Fracasa alianza


La alianza entre el grupo británico de energí­a nuclear British Energy y la eléctrica francesa EDF, que ayer parecí­a segura, fracasó durante la noche, al menos de momento, aparentemente debido al descontento de los accionistas del grupo británico ante el precio ofrecido.


Los dos grupos comunicaron muy brevemente el fracaso de la negociación.

Primero fue Electricité De France (EDF), quien en anoche afirmó que «tras conversaciones en profundidad, (consideraba) que no se dan al dí­a de hoy las condiciones que permitan un desarrollo significativo en Gran Bretaña».

Posteriormente, hoy por la mañana, British Energy anunció que «las conversaciones avanzadas (con EDF) habí­an continuado sin que se alcanzase un acuerdo».

La negociación chocó manifiestamente con el escollo del precio, confirmó hoy el presidente de EDF, Pierre Gadonneix.

La dirección de British Energy habí­a aceptado una propuesta de EDF, pero, según fuentes concordantes, varios grandes accionistas, especialmente el grupo de inversiones estadounidense Invesco, y M&G, filial de inversiones de la aseguradora británica Prudential, juzgaron que el precio propuesto no era suficientemente atractivo.

EDF propuso 7,65 libras por acción, confirmó ayer una fuente cercana a la negociación, con lo que se valoraba al grupo británico en 12 mil 200 millones de libras (15 mil millones de euros, 24 mil millones de dólares).

Los accionistas consideran sin embargo que el precio alcanzado recientemente por el petróleo conllevará un incremento en poco tiempo del interés por la electricidad de origen nuclear, con lo que la compra de British Energy resultará extremadamente lucrativa para EDF.

Hacerse con el grupo aparece como una maniobra de gran interés para quien desee beneficiarse de la renovación del sector nuclear anunciada en enero por el gobierno británico de Gordon Brown. British Energy posee ocho de las diez viejas centrales nucleares actualmente activas en Gran Bretaña.

El Reino Unido, que hasta recientemente contaban sobre todo con el petróleo y el gas del Mar del Norte como fuentes de energí­a, está muy retrasado en materia de electricidad nuclear. Una quinta parte de la electricidad británica tiene origen nuclear, contra cuatro quintas partes en Francia.

Queda ahora por ver si se reanudarán las negociaciones entre las direcciones de las dos empresas, que no están enemistadas. Pero, que se trate de un medio para hacer presión sobre el accionariado del grupo británico o no, el comunicado de EDF parecí­a presagiar una renuncia clara.

Por su parte, el de British Energy dejaba la puerta más abierta y el grupo parecí­a incómodo por la situación.

El gobierno francés, propietario del 84,8% de EDF, no reaccionó a la noticia. Por el contrario, el ministro de Industria británico, John Hutton, declaró que el gobierno británico, propietario del 35,2% de British Energy, estaba «decepcionado», sobre todo porque la compra le habrí­a aportado unos ingresos más que bienvenidos de 5 mil millones de euros.

«Pensábamos que se trataba de un buen acuerdo y estábamos dispuestos a aceptarlo», precisó el ministro. Pero «esa no era la opinión de todos los accionista», agregó.