Ni la tempestad, merma la emoción de los peregrinos australianos que llegaron a Viena para recibir al Papa Benedicto XVI este día; cubiertos con impermeables y bolsas plásticas saludan al Sumo Pontífice.
Ni la tempestad, merma la emoción de los peregrinos australianos que llegaron a Viena para recibir al Papa Benedicto XVI este día; cubiertos con impermeables y bolsas plásticas saludan al Sumo Pontífice.