No me refiero solamente al foro de anoche, aunque éste fue de súper enanos. Me refiero a ambos, al que asistieron los punteros en las encuestas y al de los de la retaguardia (el de anoche). Para ser realistas, los candidatos más parecieron malos colegiales en pleno examen de temario, aglutinando sus respuestas y luciendo su demagogia para satisfacer mañosamente a sus examinadores. Es patético y por patético, triste, escuchar tan mañosas y cándidas maneras de argumentar, siempre hablando del deber ser, haciendo proyecciones sin partir del análisis de la realidad ni proponiendo medios adecuados y objetivos que posibiliten, aunque sea teóricamente, dichas proyecciones. O es una actitud cándida o una actitud fraudulenta, mañosa y demagógica. Por la tradición polí­tica que pesa en todos los partidos polí­ticos y en sus candidatos, lo segundo es lo más posible. El discurso polí­tico no ha variado sustancialmente desde el tiempo de los dictadores militares. Todos proponen cambios, obras, bienestar, justicia, educación, salud y cuanta cosa necesaria y anhelada por la población todos conocemos, pero cuando hablan de los medios y de las implicaciones que esos cambios conllevan, parecen, repito, malos colegiales en pleno examen de temario, a punto de reprobarlo.

Así­, nuestro futuro a corto, mediano y largo plazo solo pinta a más de lo mismo, gane quien gane las próximas elecciones, las actitudes que hemos visto en los candidatos les retrata de carne y hueso en lo endebles que son en cuanto a su formación, responsabilidad y madurez polí­tica en general. Yo sigo pensando que el problema reside en que estos mal llamados lí­deres, no lo son, por cuanto su posición en el seno de sus partidos polí­ticos se debe a su capacidad para derrochar dinero y sobornar a sus bases y a sus dirigentes intermedios, así­ como a su capacidad para manipular las tendencias naturales que se dan en sus respectivos partidos polí­ticos. Un verdadero lí­der surge naturalmente, sin necesidad de forzar con dinero la aceptación de su falso liderazgo.

Por tal razón, todos los foros han sido de enanos, falsos lí­deres que vienen proponiendo lo mismo, sin la solvencia del conocimiento de la realidad ni el respaldo de partidos polí­ticos honestos y legí­timos cuya vida sea natural y no esté determinada por la capacidad de pago que estos candidatos han demostrado a lo largo de toda su existencia como lí­deres enanos que son.

Aún así­, votar es más beneficioso que abstenernos.