En el marco del Foro de Biarritz, que promueve el diálogo entre Europa y América Latina, un grupo de ex mandatarios latinoamericanos asistieron al Encuentro Iberoamericano para debatir sobre la cohesión social en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas.
Los expresidentes de Chile, Patricio Aylwin y Eduardo Frei; Bolivia, Carlos Mesa y Jaime Paz Zamora; Perú, Alejandro Toledo; Ecuador, Rodrigo Borja; El Salvador, Armando Calderón; y Guatemala, Vinicio Cerezo; así como representantes de otros países, expresaron sus criterios sobre «La cohesión social y el futuro de América Latina».
Al concluir la reunión, Aylwin dijo a Xinhua que «el debate se ha realizado de una manera muy seria e interesante, y estoy contento con el desarrollo del Foro».
Agregó que «el tema merece encuentros como este porque sin duda, para las sociedades modernas, pero particularmente para los países en desarrollo como los nuestros, es un tema de gran trascendencia, que busca que no haya segregación, lo que significa colocar a unos en posición de inferioridad respecto a otros, lo que suscita grandes problemas sociales».
PRESENTACION DEL LIBRO «AGENDA GLOBAL PARA AMERICA LATINA»
La presentación de este libro estuvo a cargo del ex mandatario boliviano Carlos Mesa, quien explicó que recoge los comentarios de ex presidentes de América Latina que se reunieron en Bogotá en la sexta versión del Foro de Biarritz en el 2005.
Explicó que contiene una mirada crítica hacia el neoliberalismo y el llamado Consenso de Washington, cuyas recetas fueron aplicadas en la mayoría de países de América Latina, promoviendo el libre mercado y la adaptación al proceso de globalización.
Indicó que en aquella ocasión se concibió la necesidad de realzar el tema social en la agenda de las políticas públicas, pese a que se planteaba reducir el Estado.
Mesa dijo que, en el 2007, esa etapa ha quedado atrás en América Latina, que se ha caracterizado por distintos modelos económicos, desde los más neoliberales hasta los más ortodoxos estatistas.
Según el ex mandatario, la conclusión es que ningún modelo es irreversible y «estamos ahora viviendo un período de transición» porque los modelos neoliberales se han agotado, a pesar de su desarrollo económico, al que ha contribuido la demanda de materias primas de China e India.
Señaló que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha proyectado «un rumbo impensado de América Latina», y dijo que había que ver cuál sería el rol de México y Brasil ante las políticas de integración promovidas desde Caracas, bajo el «Socialismo del Siglo XXI».
Mesa aseguró que en América Latina hay dos tendencias claras de modelos económicos: Venezuela y Chile, y los países de la región se están adhiriendo o rechazando estas experiencias, en términos de seguridad social, inserción internacional y orientación de las políticas públicas.
Finalmente, dijo que las tesis del «Socialismo del Siglo XXI» no están bien definidas.
LUCES Y SOMBRAS EN EL DESARROLLO DE AMERICA LATINA
Por su parte, Eduardo Frei, ex presidente chileno y actual líder del Senado, insistió en que los gobiernos latinoamericanos han sido incapaces de enfrentar con éxito el reto de la globalización y ofrecer eficaces políticas sociales.
Afirmó que «en lo político se necesita más gobernabilidad; en lo económico, más competitividad; y en lo social, reducir las desigualdades».
Frei destacó que la credibilidad de los partidos políticos está en crisis y actúan sin transparencia. «Todavía seguimos designando a nuestros candidatos a dedo, sin tener en cuenta la opinión de la gente», agregó.
Expuso con énfasis que la corrupción es elevada porque muchas autoridades políticas están comprometidas con intereses de grupos económicos, y se precisa más transparencia, recordando que en el registro mundial de 32 países, sólo dos latinoamericanos están entre los menos corruptos.
Explicó que en el continente hay «luces y sombras en la política»porque surgen «líderes populistas y autoritarios, que impulsan proyectos que no tienen nada que ver con la democracia», reiterando que la experiencia de Chile es exitosa porque, tras la dictadura, retornó al tradicional camino democrático que había tenido históricamente.
El expresidente peruano, Alejandro Toledo, se mostró «optimista » respecto al desarrollo de la región, pese a que «hay muchos diagnósticos y se han concretado pocos proyectos de desarrollo social».
Bajo su punto de vista, América Latina tiene posibilidades de ocupar un lugar preponderante en el escenario mundial durante los próximos diez años, debido a su sostenido crecimiento económico, al capital humano que ha formado y a los mercados que ha desarrollado con China, India y Estados Unidos.
Sin embargo, insistió en que la pobreza puede conspirar contra la democracia «porque no hemos sido capaces de hacer llegar los beneficios económicos a los más necesitados», y subrayó que «los ricos no pueden cerrar los ojos ante la pobreza», cuando hay 110 millones de personas que viven con menos de un dólar al día.
Por su parte, Rodrigo Borja resaltó que «la falta de cohesión social es la causa de las crisis políticas de América Latina», donde hay inversiones que han modernizado la economía, pero también existen zonas periféricas de la pobreza, lo que ha profundizado las desigualdades.
Recomendó que haya programas de alfabetización digital, ya que hay que romper la diferencia entre los «conectados a la red de Internet y los desconectados», lo que representa un peligro para la democracia.
Jaime Paz Zamora, ex presidente de Bolivia, insistió en que se debe «lograr una mayor cohesión social en países de matriz indígena originaria» y abogó porque se hagan reformas como las llevadas a cabo en China, bajo la dirección del extinto líder Deng Xiao Ping.
El ex mandatario salvadoreño, Armando Calderón Sol, reiteró que «si no se hace una reforma política que refuerce la institucionalidad en América Latina, no vamos a alcanzar la cohesión social», recomendando que se lleven a cabo cambios electorales como los realizados por el congreso mexicano, que redujo el aporte financiero del Estado a los partidos y a los medios de comunicación, para hacer más transparentes las elecciones.
Por último, el ex jefe de Estado de Guatemala, Vinicio Cerezo, recalcó que «cada presidente latinoamericano intenta fundar de nuevo a su país, por lo que el problema de América Latina es que los políticos no saben lo que pide la gente y hacen lo que determinan los grupos de intereses».
El Foro de Biarritz, que promueve las relaciones entre Europa y América Latina, fue instaurado en el 2000 por el alcalde de esa ciudad francesa, Didier Borotra, y reúne a personalidades del mundo político y de gobierno, así como de sectores académicos, representantes de la sociedad civil y de los medios de comunicación, en torno a temas de actualidad.
Este evento, que termina mañana, es organizado por el gobierno de Chile y la Corporación Justicia y Democracia, además de Acción RSE, e incluirá el desarrollo simultáneo de una serie de eventos, como el VII Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial; un encuentro de pequeñas y medianas empresas y la reunión anual de la Red del Foro Biarritz.
Las conclusiones del foro se entregarán a los presidentes participantes en la Cumbre Iberoamericana, prevista para mediados de noviembre en Chile.
Eduardo Frei
ex presidente de Chile