Ricardo Marroquín Rosada
Centro de Estudios Estratégicos y de Seguridad para Centroamérica (CEESC)
La profunda crisis de seguridad que nos afecta se debe enfrentar con reformas estructurales que apunten al fortalecimiento del Estado y sus capacidades, a fin de recuperar los espacios que el crimen organizado y la impunidad han ganado, de lo contrario, la consolidación del proceso democrático y la gobernabilidad democrática corren graves riesgos.
Guatemala vive la peor crisis de inseguridad desde la firma de los Acuerdos de Paz, el proceso de deterioro ha sido progresivo y es responsabilidad de las diferentes administraciones que nos han gobernado, las estadísticas y la percepción de los ciudadanos son elocuentes. El deterioro de las condiciones de seguridad coincide con un proceso de debilitamiento de las instituciones del Estado y el fortalecimiento de las estructuras del crimen organizado, así como del incremento de la corrupción y la impunidad.
Desde varios espacios se ha señalado que la refundación de la Policía Nacional Civil, PNC es un tema impostergable que debe ser enfrentado para cambiar la situación de inseguridad en la que vivimos. Es un hecho que las fuerzas de seguridad del Estado han dejado de ser parte de la solución al problema de la inseguridad y se han convertido en parte del problema mismo. Los casos de involucramiento de miembros de la PNC en hechos delictivos y criminales son múltiples, los medios de comunicación destacan periódicamente la participación de algún miembro de la seguridad del Estado en hechos reñidos con la ley.
La ex ministra Adela Camacho y el ex ministro Vinicio Gómez iniciaron un valiente y sano proceso de depuración de las fuerzas policiales, proceso que en algunos casos ha sido señalado de subjetivo pero que, de cualquier forma, era y es necesario; creo que el actual ministro Francisco Jiménez debe continuar con dicho proceso sustentado en todas las herramientas legales y técnicas existentes para hacerlo lo más objetivo posible, en este proceso debe jugar un papel importante la nueva propuesta de Insectoría de la PNC.
20 mil agentes más
Las autoridades del ministerio de Gobernación han señalado la necesidad de crear más agentes cada año para llegar a contar al final del periodo del presidente Colom con 20 mil agentes más y con esto dar un paso firme en el fortalecimiento de las capacidades del Estado; el ministro Jiménez ya ha mencionado que continuara con este proyecto.
El proyecto de formación de nuevos agentes tiene como instrumento central para su ejecución la actual Académica de la PNC. La misma tiene muchas deficiencias y carencias: las instalaciones son inapropiadas, no se cuenta con un cuerpo académico especializado, pocos programas están actualizados, los recursos financieros son insuficientes, los señalamientos de abusos hacia los alumnos y alumnas son recurrentes, etc. Hasta ahora la Academia y su función han sido subvaloradas por los diferentes gobiernos y en términos generales no cumple con el objetivo de formar integralmente dentro del marco de la Seguridad Democrática las nuevas fuerzas de seguridad del Estado.
Necesario desarrollar fuerzas eficientes
Es necesario desarrollar fuerzas de seguridad eficientes, legales y legítimas, que posean mística, disciplina y una carrera profesional que dé sustento a la estructura jerárquica; estos elementos tienen su germen en la formación inicial que cada agente y cada oficial recibe en la academia y se consolidan durante el ejercicio profesional; por lo tanto no podemos pretender tener mejores elementos de seguridad del Estado, si son formados con los mismos patrones y mecanismos con los que hasta ahora se ha hecho y si en la práctica profesional existen todas las condiciones para corromperse. Probablemente dentro de 3 años y 6 meses contemos con 20 mil agentes más, pero muchos de ellos serán ya parte del problema y no de la solución al tema de la inseguridad.
En varios espacios he insistido que es necesario crear el CENTRO DE ESTUDIOS EN SEGURIDAD del Ministerio de Gobernación, como ente rector de las diferentes academias y escuelas; con la necesidad de contar con los espacios físicos idóneos; con los recursos financieros requeridos; con los programas de formación adecuados a las necesidades actuales del país que hagan énfasis en lo preventivo y en la relación con la comunidad, sin descuidar el área reactiva y con un cuerpo docente profesional; además se debe priorizar la formación de oficiales antes que la de agentes.
La propuesta no es nueva, el Acuerdo para el Fortalecimiento del Poder Civil (AFPC) de los Acuerdos de Paz contempló a la Academia policial como un órgano clave para la construcción de un modelo de policía profesional y respetuoso de los derechos humanos. El proyecto «Hacia una política de seguridad ciudadana» (POLSEC) de los años 2003-04 formuló por su parte una propuesta para crear la ACADEMIA DE FORMACIí“N DEL SECTOR SEGURIDAD resaltando la importancia de la formación en la construcción de las fuerzas de seguridad. Sin embargo hasta hoy ningún gobierno desde la Firma de la Paz le ha al tema dado la importancia que amerita para la consolidación del proceso democrático y la gobernabilidad.
Ing. Ricardo Marroquín
Especialista en Seguridad.