El Fondo Monetario Internacional dijo el martes que prevé un crecimiento económico global más lento en 2013 y 2014 que lo que pronosticó hace tres meses, y mencionó expectativas de una desaceleración en países clave como China y Brasil y más recesión en Europa.
El FMI dio a conocer una actualización de su Panorama Económico Mundial emitido en abril, proyectando que la economía global crecerá 3,1% este año, comparado con un pronóstico inicial de 3,3% hace tres meses. La proyección para 2014 fue reducida de 4% a 3,8%.
«La economía mundial sigue en tres velocidades», dijo Olivier Blanchard, director de investigaciones del Fondo. «Los mercados emergentes siguen creciendo rápidamente. La recuperación de Estados Unidos es firme, pero gran parte de Europa sigue en problemas», dijo Blanchard en una conferencia de prensa en Washington.
Blanchard agregó que el crecimiento en casi todo el mundo es más débil que lo pronosticado en abril, pero que esas revisiones bajistas son más pronunciadas en países en desarrollo.
El FMI dijo que la posibilidad de un crecimiento más lento en países en desarrollo es un nuevo riesgo que ha emergido desde abril. Blanchard mencionó una clara tendencia a la desaceleración en China, Rusia, Brasil e India y la atribuyó a bajas en la demanda interna y el consumo, pero también por una reducción en las exportaciones a causa de debilidad en economías desarrolladas.
El pronóstico de crecimiento de China para 2013 fue reducido a 7,8%, de 8,1% en abril. Para 2014, cayó a 7,7%, de 8,3%.
«Mi impresión es que el país donde existe un riesgo mayor de una considerable baja del crecimiento es China», dijo Blanchard.
El Fondo dijo que la segunda mayor economía en el mundo se ha vuelto desequilibrada, con demasiadas inversiones y muy poco consumo. Esas inversiones, mayormente financiadas por el sistema bancario alternativo de China, han crecido rápidamente durante la crisis financiera global de los últimos años.
Además de la desaceleración del crecimiento, China está sufriendo una reducción del crédito en momentos en que trata de lidiar con los riesgos de deudas no reportadas en los balances de los bancos, pero que acechan en todas las esquinas del turbio sistema financiero del país. Esas prácticas pudieran amenazar la estabilidad financiera, de no ser eliminadas.
Una recesión en los 17 países que usan el euro parece ser más profunda que lo que se esperaba, y ese es otro factor en el nuevo pronóstico, dijo el Fondo. Ahora se espera que la eurozona se contraiga 0,6% este año, comparado con la declinación de 0,4% augurada en abril.