El Fondo Monetario Internacional llamó ayer a China a intensificar sus avances para que su economía dependa cada vez más del consumo interno y celebró la decisión de Pekín de dejar flotar más libremente su moneda.
«El desafío que enfrenta China es determinar el ritmo y la secuencia de las medidas que le permitirán salir de la política de incentivo presupuestario y expansión del crédito, realizando progresos en la reorientación de la economía hacia el consumo privado», escribió el FMI en un comunicado en el que dio cuenta de una reunión de su consejo de administración.
La reunión, que se realizó el lunes en Washington, permitió estudiar las consultas del fondo y de China en el marco de la evaluación de la economía de ese país.
Los administradores del Fondo «felicitaron a China por su respuesta rápida y decisiva a la crisis económica mundial» y por el compromiso de las autoridades «a respetar el marco de acción decidido por el G20 en favor de un crecimiento mundial fuerte, viable y equilibrado», agregó el FMI.
Además, acogieron «favorablemente la reciente decisión» de China «de volver a su régimen de tasa de cambio de flotación controlada», indicó el FMI.
«Varios administradores están convencidos que la tasa de cambio del yuan estaba subevaluada», pero «varios otros estuvieron en desacuerdo» sobre ese punto, agregó el comunicado.
La moneda china está «fuertemente» subevaluada, dijo hoy un alto funcionario del FMI, pese a las acciones de Pekín para que el yuan flote más libremente.
«Creo que la visión del staff sobre la moneda es que el yuan permanece fuertemente por debajo del nivel», expresó Nigel Chalk, quien recientemente lideró la misión del Fondo Monetario Internacional en China para las consultas anuales sobre las políticas en ese país.
China anunció el 19 de junio su decisión de favorecer una mayor flexibilidad en la fluctuación de su moneda y continuar la reforma del mecanismo de tasas de cambio del yuan. Esta decisión fue saludada por Estados Unidos, que la exigía desde hacía largo tiempo, y el FMI.