La desaceleración de la economía estadounidense probablemente afecte el ritmo de crecimiento en América Latina, particularmente en los países que mantienen estrechos lazos económicos con el vecino del norte, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
México, un socio clave de Estados Unidos, y los países centroamericanos pueden verse más expuestos a los riesgos de la desaceleración económica de Estados Unidos, afirmó el FMI en su informe semestral sobre perspectivas económicas mundiales (World Economic Outlook).
El ritmo del crecimiento económico estadounidense se vio afectado por el derrumbe del mercado inmobiliario residencial y una contracción del crédito debido a las pérdidas ocasionadas por títulos respaldados por hipotecas.
La contracción del crédito sacudió los mercados financieros mundiales en agosto y los inversionistas temen la posibilidad de nuevas tempestades.
La continuada inestabilidad de los mercados financieros mundiales puede afectar a América Latina a través de los canales comerciales y financieros, pero el impacto ha sido relativamente contenido hasta ahora, expresó el documento.
«Sin embargo, un desarrollo más débil de la economía estadounidense podría afectar la demanda de productos latinoamericanos, lo que representa un peligro mayor para México y Centroamérica debido a sus lazos más estrechos», señala el informe.
Sus autores señalan que una reducción de las remesas de los migrantes que trabajan en Estados Unidos podría constituir un impacto adicional.
Muchos migrantes hispanoamericanos encontraron trabajo en Estados Unidos durante los años del boom inmobiliario, pero esas oportunidades se redujeron desde comienzos de 2006.
Los expertos del Fondo esperan que el hemisferio occidental como un todo reduzca su crecimiento a 4,3% en 2008, contra un pronóstico que preveía un alza de 5% realizado en 2006.
El producto interno bruto (PIB) de Brasil, la mayor economía latinoamericana, se desacelerará 4% en 2008, contra una previsión anterior de 4,4% formulada este año.
El FMI urgió a los países latinoamericanos a «adelantar reformas» que considera necesarias para potenciar la inversión y la productividad.
Sin embargo, los dirigentes del FMI exhortaron al gobierno de México a ampliar la base impositiva del país para compensar los ingresos declinantes del petróleo y aumentar los recursos para infraestructura y gastos sociales.
El Fondo dijo que América Latina está disfrutando su más prolongada expansión desde los años 60, pero puntualizó que la región continúa registrando un crecimiento pobre en relación con los estándares mundiales.
Se espera que el crecimiento se desacelere en varios países exportadores de materias primas, como Argentina, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela, dice el informe, al referirse a dificultades de suministro.
El crecimiento del producto bruto interno de Argentina será de 5,5% según las previsiones del FMI, tras un 7,5% proyectado para 2007.
Sin embargo, el reporte concluye que América Latina se está haciendo atractiva para los inversionistas extranjeros y que los erarios de los países se han capitalizado con el fuerte crecimiento y con las exportaciones.
En el capítulo sobre América Latina, el Fondo hace escasa mención de la producción petrolera de Venezuela.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está liderando una iniciativa para establecer un Banco del Sur, una especie de banco latinoamericano de fomento con la intención de reducir la influencia del FMI y del Banco Mundial en la región.
El crecimiento venezolano es proyectado en 6% para 2008, contra 8% previsto para este año.