El Fondo Monetario Internacional suavizó su opinión sobre la política económica del gobierno británico y ensalzó el miércoles la flexibilización de las medidas de austeridad, aunque insistió que es necesario hacer más para apuntalar la recuperación.
El informe era esperado con enorme curiosidad tras criticar el FMI el mes pasado la obsesión del gobierno en reducir la deuda soberana a costa del crecimiento económico. Empero, aunque la entidad bancaria con sede en Washington reflejó una crítica benigna, su tono fue mucho menos candente que el pronosticado.
Ensalzó al gobierno por su «flexibilidad en su programa fiscal», por granjearse la credibilidad de los mercados financieros. Advirtió, sin embargo, que la economía, que apenas escapa de su tercera recesión desde el 2008 en el primer trimestre, necesitó más respaldo.
«Dada la tímida recuperación, el quehacer debería usar los nacientes indicios del momento para fomentar la expansión económica», indicó el informe.
El comentario fue formulado horas después de reunirse por última vez en mayo el Banco de Inglaterra, con una clara demostración de que su consejo de gobernadores sigue reacio a inyectar más dinero en forma de estímulo económico.
Las minutas indicaron que los nueve miembros del Comité de Política Monetaria aprobaron por unanimidad mantener la tasa básica en el 0,5% pero no concordaron en la inyección de más circulante en la economía. Desde el 2009 el banco ha inyectado 375.000 millones de libras (579.000 millones de dólares) en la economía británica mediante un programa llamado mejora cuantitativa.
Conforme al programa, el banco compra bonos del Tesoro a las instituciones financieras con la esperanza de que den más créditos a empresas y particulares. El gobernador del banco, Mervyn King, y otros dos miembros pidieron otro aumento de 25.000 millones de libras pero no fueron respaldados.
La continuada debilidad de la economía quedó patentizada en las nuevas estadísticas de las ventas al por menor, difundidas el miércoles, con una baja del 1,3% en abril frente a las de marzo. Los analistas habían pronosticado una expansión del 0,1%.