Flores para un asesino


Mumtaz Qadri, acusado del asesinato del gobernador de Punjab, abandona la Corte de Islamabad en medio de gritos en su apoyo. FOTO LA HORA: AP Mohammad Riazur Rehman

Un grupo de abogados lanzó pétalos de rosa al presunto asesino de un importante gobernador paquistaní­ cuando llegó a tribunales hoy, mientras que un grupo influyente de académicos musulmanes elogió el crimen porque la ví­ctima se oponí­a a las leyes que fijan la pena de muerte para quienes insultan al islam.


Mumtaz Qadri, de 26 años, compareció ante una corte en Islamabad un dí­a después que presuntamente acribilló con un arma automática al gobernador Salman Taseer, para quien trabajaba como guardaespaldas. Un juez ordenó que permaneciera detenido.

A su llegada, una multitud ruidosa recibió a Qadri con palmadas y besos en la mejilla y abogados no relacionados con el caso lo rociaron con puñados de pétalos. Cuando salió, unos 200 simpatizantes cantaron: «La muerte es aceptable para el esclavo de Mahoma».

Con una guirnalda de flores en el cuello, Qadri se paró en la puerta trasera de una furgoneta policial y gritó varias veces: «Dios es grande».

Más de 500 clérigos y académicos del grupo Jamat Ahle Sunnat dijeron que nadie deberí­a lamentar la muerte de Taseer ni rezar por él. El grupo representa a la secta barelvi, mayoritaria en Pakistán y a la que se considera moderada. También lanzó una advertencia a los demás opositores de las leyes contra la blasfemia.

«El que apoya al que cometió una blasfemia es igual de culpable que él», dijo el grupo en un comunicado, en que agregó que los polí­ticos, medios de comunicación y otros deberí­an aprender la «lección de esta muerte ejemplar».

El lí­der del grupo Maulana Shah Turabul Haq Qadri ofreció un «tributo glorioso al asesino… por su coraje, valentí­a y honor e integridad religiosa». Qadri es un nombre que suelen adoptar los miembros más devotos de la secta barelvi.

Mumtaz Qadri dijo el martes a los investigadores que disparó varias veces contra Taseer porque éste se oponí­a abiertamente a las severas leyes contra la blasfemia. El joven, que se habí­a sumado a la escolta de seguridad del funcionario la mañana del martes, es acusado de acribillar al gobernador por la espalda con más de 20 balas de un arma automática, en una calle de Islamabad.

Taseer, un extrovertido empresario de 66 años, era un puntal del gobernante Partido Popular de Pakistán y un aliado clave del presidente Asif Alí­ Zardari. Es la figura más importante en ser asesinada desde la muerte de la ex primera ministra Benazir Bhutto hace tres años. El crimen ocurrió cuando el gobierno está al borde de desintegrarse y el fundamentalismo islámico crece en el paí­s.

El primer ministro Yusuf Raza Gilani y otros altos dirigentes del partido se sumaron a unas 6.000 personas en el funeral del gobernador, en su residencia oficial en la oriental Lahore.

Miles de policí­as estaban en estado de alerta en la zona y las autoridades instalaron detectores de metal en la residencia.

Taseer habí­a pedido eliminar las leyes contra la blasfemia que fijan la pena de muerte para quien insulte al islam y habí­a dado su apoyo a una mujer cristiana sentenciada a morir por presuntamente ofender al profeta Mahoma.