Los fiscales de Japón allanaron hoy la sede de Olympus Corp. y la casa de su ex presidente, como parte de una investigación sobre el encubrimiento de cuantiosas pérdidas económicas de la fabricante de cámaras y equipo médico.
La fiscalía confirmó el allanamiento, que tuvo cobertura por televisión a nivel nacional. Un grupo de funcionarios de traje oscuro avanzó solemnemente hacia el edificio de oficinas en el centro de Tokio.
Olympus indicó que cooperaría totalmente con la investigación de la fiscalía, la policía y las autoridades financieras.
«Nos disculpamos profundamente una vez más por los enormes problemas y preocupaciones que hemos causado a nuestros accionistas, inversionistas, clientes y otros», dijo la empresa a través de un comunicado.
NHK TV reportó que la casa suburbana del ex presidente de la compañía Tsuyoshi Kikukawa, sospechoso de ayudar a orquestar el encubrimiento, también fue allanada.
El engaño de Olympus data de la década de 1990 e involucra un esquema elaborado para ocultar 117.700 millones de yenes (1.500 millones de dólares) en pérdidas de inversiones. Apenas en octubre salió a la luz cuando el entonces presidente Michael Woodford denunció lo que él pensó que era un gasto extraño y excesivo.
Resultaba inusual que Woodford, siendo británico, estuviera al frente de una importante empresa japonesa.
El escándalo generó serios cuestionamientos sobre la gerencia corporativa en Japón, y sobre si las grandes compañías cumplen adecuadamente con las normas globales.
Woodford fue despedido tras confrontar a la junta directiva de la empresa con sus dudas. En semanas recientes, ha tratado de volver al frente de la empresa asegurando a los accionistas, empleados y otros que su regreso serviría para limpiar la imagen de Olympus.