Los fiscales alemanes liberaron el miércoles más de mil obras de arte halladas en el apartamento de un coleccionista huraño en Munich, días después de que éste aceptara cooperar con las autoridades para determinar cuáles de estas piezas habían sido saqueadas por los nazis. Las obras de procedencia dudosa, empero, seguirán en manos del gobierno.
Las autoridades incautaron en 2012 unos 1.400 objetos, que incluyen 1.280 obras de arte, del apartamento de Cornelius Gurlitt mientras investigaban un caso de impuestos. Los abogados de Gurlitt apelaron argumentando que el arte no era relevante como evidencia de supuesta evasión fiscal sobre importaciones. También dijeron que la incautación de la colección completa era desproporcionada.
El fiscal de Augsburg Matthias Nickolai dijo en un comunicado que las obras fueron formalmente liberadas luego que los fiscales reevaluaron la situación legal. Dijo que en su momento los fiscales estaban «absolutamente convencidos» de que la confiscación era legalmente correcta.
Gurlitt y el gobierno alemán anunciaron un acuerdo separado el lunes según el cual al menos 458 obras del coleccionista permanecerán en manos del gobierno mientras se confirma si fueron o no saqueadas por nazis.
Cualquier trabajo cuya procedencia no se haya esclarecido en el periodo de un año será devuelta a Gurlitt, pero el coleccionista seguirá permitiendo que las autoridades investiguen si lo consideran necesario. Asimismo, las piezas permanecerán bajo custodia si hay reclamos de restitución pendientes al cumplirse el año.
Los fiscales no cerraron el caso fiscal contra Gurlitt, el hijo de 81 años de un comerciante de arte de la era nazi.
No estuvo claro de inmediato cuándo o cómo le devolverán a Gurlitt las obras, aunque un vocero del coleccionista, Stephan Holzinger, dijo que sus representantes están trabajando duro para encontrar «una solución sensata».
Gurlitt heredó la colección — que incluye obras de Pablo Picasso, Marc Chagall y Pierre-Auguste Renoir — de su padre, Hildebrand Gurlitt.