Finalizan campañas de primarias en Francia


Favorita. Segolene Royal, favorita en las primarias de la izquierda francesa.

Las tres semanas de campaña de los tres aspirantes socialistas a la presidencia de Francia terminaron con Segolene Royal como favorita y los afiliados del partido elegirán el 16 de noviembre a su candidato para los comicios de 2007, un ejercicio de democracia interna inédito en este paí­s.


Los casi 220 mil con carné del partido socialista deberán escoger entre Royal, de 53 años, el ex primer ministro Laurent Fabius, de 60, y el ex ministro de Economí­a, Dominique Strauss-Kahn, de 57.

Según los últimos sondeos, Royal cuenta con más del 50% de las intenciones de voto, pero estas encuestas no han entrevistado necesariamente a los afiliados del partido, que son quienes votarán la próxima semana.

De todas maneras, la lí­der socialista, que es también diputada y presidenta regional, parece ser la única personalidad polí­tica capaz de hacer sombra al ministro de Interior y lí­der de la UMP (en el poder), Nicolas Sarkozy, que se perfila como el gran candidato de la derecha.

Según un sondeo publicado este viernes, Royal derrotarí­a a Sarkozy en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 51% de los votos frente a un 49% para el lí­der de la derecha.

El jueves por la noche, el primer secretario socialista, Franí§ois Hollande, que es también el compañero sentimental de Royal y el padre de sus cuatro hijos, fue el encargado de clausurar esta campaña interna socialista, tras un último debate entre los tres aspirantes celebrado en Toulouse (suroeste), en presencia de miles de simpatizantes.

«Quiero creer que el sucesor de Franí§ois Mitterrand estaba aquí­ esta noche», declaró Hollande.

Durante las últimas semanas, el partido socialista realizó un ejercicio inédito en Francia: casi un mes de debate interno que recordó a las «primarias» a la estadounidense.

Tanto en sus cara a cara en la televisión, como ante miles de militantes, Royal, Strauss-Kahn y Fabius han defendido visiones diferentes del futuro de Europa, de la polí­tica económica y de los problemas sociales de Francia.

Desde que declaró que aspiraba a ser la candidata del partido en las presidenciales de abril y mayo del 2007, Royal ha tenido que explicarse en público en varios debates, ha mostrado sus puntos débiles, como un desconocimiento de la polí­tica internacional, y su popularidad se ha reducido peligrosamente.

La gran pregunta ahora es saber si la lí­der socialista se impondrá por mayorí­a absoluta en la primera vuelta o será necesaria una segunda ronda, el dí­a 23 de noviembre.

Según Royal, la campaña interna ha sido «larga» y «un verdadero desafí­o» aunque cree que «ha salido de ella fortalecida».

En estas tres semanas, la lí­der socialista ha sido a menudo atacada. Propuestas como la creación de «jurados ciudadanos» que tengan por misión vigilar la gestión de las autoridades públicas le valieron el calificativo de demagoga y las crí­ticas de los pesos pesados del socialismo y una parte de la derecha en el poder.

«Pero las razones que impulsan a los electores a elegir a Royal son estructurales. Ellos se ven seducidos por su capacidad de representar algo nuevo en un mundo tradicional», estimó Bruno Jeanbart, del instituto OpinionWay.

Para el diario de izquierda Liberation, si Segolene no hubiera existido, tendrí­an que haberla inventado para animar este debate socialista.

La UMP, principal fuerza polí­tica de Francia, elegirá a su candidato a principios de 2007 en un congreso en el que votarán los afiliados a la formación. Sarkozy se despunta como el gran favorito del partido.

Los franceses elegirán un nuevo presidente el próximo 22 de abril y celebrarán una segunda vuelta el 6 de mayo.