El Chelsea intentará vengarse del Manchester United, que le privó de su título de campeón en la ’Premiership’, imponiéndose en la final de la Copa de Inglaterra con la que todo el país soñaba para el estreno del nuevo Wembley.
Después de retrasos sucesivos y un aumento considerable de los costes, Wembley acoge su primera final de Copa de Inglaterra. Soberbio, el estadio recibirá a 90.000 espectadores en un ambiente sin duda ensordecedor, al haber trabajado los arquitectos particularmente la acústica.
El Manchester ha conquistado la Copa de Inglaterra en once ocasiones, mientras que el Chelsea suma solamente tres victorias.
El técnico del Chelsea, José Mourinho, tendrá que hacer frente a numerosas ausencias, hasta el punto de haber considerado, con ironía, alinear a su tercer guardameta, el portugués Hilario, como delantero.