El millonario Alvaro Noboa y el izquierdista Rafael Correa bajan este jueves el telón de la campaña para el balotaje presidencial del domingo en Ecuador, tras un cuestionado duelo de insultos y recriminaciones que polarizó como pocas veces al electorado.
Noboa, el hombre más rico de Ecuador y aliado de Estados Unidos, se reunirá con los simpatizantes en el puerto de Guayaquil (suroeste), su fortín político, donde captó el respaldo de los más pobres con la entrega de dádivas como sillas de ruedas, dinero en efectivo y computadoras.
Mientras Correa -simpatizante del presidente venezolano Hugo Chávez y a quien su rival tacha de comunista- cerrará la campaña en Quito, donde concentra el mayor apoyo según las encuestas.
Un reciente sondeo de la empresa Cedatos-Gallup reveló un empate técnico entre los dos aspirantes y ubicó en un 22% la indecisión.
La misión observadora de la OEA aseguró que las mediciones pronostican «un final incierto» y abogó por que los votantes «esperen tranquilamente en sus casas los resultados».
«Tenemos un resultado incierto porque hay un 20% de indecisos en todas las encuestas que he visto y por tanto eso coloca un signo de interrogación respecto a cual va a ser el final», afirmó el ex senador chileno José Viera, miembro de la delegación.
Concluidos los mítines, los candidatos deberán por disposición de la ley suspender el proselitismo hasta el domingo, cuando 9,2 millones de electores deberán volver obligatoriamente a las urnas para elegir mandatario tras una década de inestabilidad política.
El miércoles, en el cierre de sus actividades en Quito, Noboa pidió de rodillas y al borde del llanto el voto de los indecisos.
«Quiero ecuatoriano, y le pido a Dios de rodillas, que tengas empleo, vivienda, salud, educación, y que puedas vivir con Dios en tu corazón, con tus hijos sanos, con tu empleo, tu vivienda de cemento. Por ello te pido que votes por mí», dijo conmovido Noboa en una tarima en el sur de la ciudad.
El millonario reiteró la promesa de construir 300.000 viviendas por año para los sectores pobres, y denunció que Correa llevó a cabo una «guerra sucia» en contra suya mediante calumnias y agravios a su familia.
«Â¡Mentira, mentira, Correa tú eres el rey del mal!», expresó el multimillonario, quien a lo largo de la contienda se proclamó enviado de Dios y tachó a su rival de «Diablo comunista».
Este jueves, el candidato de izquierda también invocó el apoyo de quienes aún no se definen, «para impedir que Ecuador se convierta en una hacienda» del magnate bananero.
«Hago un llamado a los indecisos a decidir su voto. Hay demasiado en juego: seguir teniendo patria o convertirnos en una hacienda del hombre más rico de Ecuador», señaló al canal Ecuavisa.
El aspirante por Alianza País indicó que su campaña redobló los esfuerzos para «evitar un fraude» como el que, según él, se produjo en la primera vuelta del 15 de octubre, cuando quedó por debajo del millonario en el escrutinio oficial.
«Sin embargo, es labor de toda la ciudadanía cuidar su voto. Estamos gestionando un número anticorrupción para que los electores puedan denunciar inmediatamente irregularidades», comentó.
En los últimos días de contienda, los finalistas al balotaje intercambiaron insultos y acusaciones de guerra sucia, al tiempo que recalcaron sus diferencias.
Noboa, aspirante por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), ofreció implantar el libre comercio con Estados Unidos y atraer la inversión extranjera con la reducción del impuesto a la renta.
A su vez, Correa se comprometió a integrar a Ecuador al eje «del nuevo socialismo latinoamericano» mediante el fortalecimiento del Estado, a revisar los contratos con las multinacionales, e insistió en su negativa a suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Washington.