Fin al conservadurismo


Derrota. Jaroslaw Kaczynski, lí­der de los conservadores, en el momento de aceptar los resultados que le provocaron la derrota en las urnas. (AFP / La Hora)

Los polacos pusieron fin espectacularmente a dos años en el poder de los gemelos conservadores Kaczynski, marcados por divisiones internas y desacuerdos con la Unión Europea, al votar el domingo masivamente por la oposición liberal.


Tras el escrutinio del 90,8% de los votos, el partido liberal Plataforma Cí­vica (PO) obtení­a el 41,64%, anunció el lunes la Comisión Electoral polaca.

Eso le garantiza 208 escaños en la Dieta (cámara baja) que cuenta con un total de 460, un poco menos de lo que predecí­an los sondeos realizados a pie de urna.

El partido conservador saliente, Derecho y Justicia (PiS), de Jaroslaw Kaczynski, llegó en segunda posición con 32,04% de los votos y 164 escaños en la Dieta.

Ese resultado de los dos partidos mayoritarios pueden aún cambiar ligeramente en favor del PO tras el conteo de los últimos votos en las grandes ciudades, donde los liberales contaban con una gran diferencia en su favor.

Sólo otros dos partidos, la alianza de centro-izquierda LiD y el partido campesino PSL, superaron la barrera del 5% de los votos requeridos para tener representación en la Dieta. Estas formaciones obtuvieron respectivamente 13,17% y 8,8% de los sufragios votos, es decir, 52 y 35 escaños.

A pesar de su estrepitosa derrota, uno de los gemelos Kaczynski seguirá en el poder: Lech Kaczynski es presidente de la República y su mandato sigue en vigor hasta finales de 2010. Sin embargo, perderá mucha influencia sin su hermano, ya que en Polonia es el gobierno el que conduce el Poder Ejecutivo.

Donald Tusk, de 50 años, es el candidato natural al cargo de primer ministro, subrayan sus colaboradores.

Para tener una mayorí­a parlamentaria deberá sin embargo aliarse con el PSL, que ya es su socio en las regiones.

Tusk ya ha mencionado abiertamente esa eventualidad y el lí­der del partido campesino, Waldemar Pawlak, se declaró igualmente «abierto a la cooperación».

En cuanto se publicaron las primeras proyecciones de resultados, Tusk pidió a los polacos reconciliación, tras las divisiones que conoció el paí­s tras la llegada al poder de los hermanos Kaczynski hace dos años, con provocaciones policiales de los servicios anticorrupción y la caza de ex agentes comunistas.

Los liberales también obtuvieron el domingo cerca de dos tercios de los 100 escaños del Senado.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, saludó este mismo lunes «el espí­ritu europeo del pueblo polaco» tras la victoria del partido pro europeo de Tusk, indicó un portavoz en Bruselas.

La presidencia portuguesa también saludó «la democracia» polaca y manifestó su esperanza de mantener «una buena cooperación» con el nuevo gobierno.

Esas reacciones oficiales apenas esconden el alivio que han sentido numerosos dirigentes europeos, tras los repetidos conflictos con los hermanos Kaczynski, ya sea para negociar una nueva constitución europea, para instaurar un dí­a europeo contra la pena de muerte o la negociación de la pesca del bacalao.

Para confirmar esa nueva sintoní­a con Europa, uno de los vicepresidentes del PO, Jacek Saryusz-Wolski, anunció a la AFP que el próximo gobierno liberal adoptará la Carta de Derechos Fundamentales, incluida implí­citamente en el nuevo tratado europeo y rechazada por los Kaczynski.

Esperan cooperación

El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, manifestó el lunes la esperanza de que Polonia continúe cooperando con Estados Unidos en Irak y con el proyecto de escudo antimisiles, pese a la llegada de un nuevo gobierno a Varsovia.

«Esperamos que nuestra cooperación en Irak y en Afganistán (…) y las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre el escudo antimisiles, continúen como antes», dijo en una conferencia de prensa en Kiev tras reunirse con sus homólogos de Europa del Este y del Sur.

El probable futuro primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, ganador de las elecciones legislativas del domingo, se comprometió durante su campaña a retirar las tropas polacas de Irak, unos 900 militares. Su partido se muestra además reticente a la fuerza de 1.200 soldados polacos en Afganistán.

Los liberales también adelantaron que negociarán con mayor dureza con los estadounidenses sobre su proyecto de instalar en Polonia parte de su escudo antimisiles.