Filipinas: devastación tras el paso del tifón Haiyan; miles necesitan ayuda


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Cuadrillas de rescate enfrentaban el lunes carreteras bloqueadas y aeropuertos dañados en su intento por llevar ayuda de emergencia a los sobrevivientes del tifón Haiyan en el este de Filipinas, donde se teme que hubo miles de muertos.

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Por JIM GOMEZ, TACLOBAN, Agencia AP

Tres días después que el tifón Haiyan devastó la región, la magnitud del desastre total —el peor que hayan enfrentado las Filipinas— es cada vez más aparente.

Los vientos y las olas fueron tan fuertes que arrastraron buques de gran calado tierra adentro, que se levantan incomprensiblemente en medio de los escombros de edificios, árboles, señales carreteras y las pertenencias de la población.

Las autoridades calculan que un máximo de 10.000 personas hayan muerto. Pero el gobierno, pasmado por la magnitud del desastre, aún no ha dado una cifra oficial de muertos. Sin embargo, funcionarios dijeron que después de inspeccionar las áreas afectadas no queda mucha duda de que el saldo de muertos será el calculado o quizás mayor.

En la ciudad de Tacloban, la capital de la provincia Leyte, los cadáveres colgaban de los árboles y se veían en las aceras. Muchos quedaron enterrados en edificios desplomados. Toda la ciudad parecía arrasada. Desde el aire el paisaje semejaba un gigantesco basurero demarcado por unos cuantos edificios de concreto que siguen de pie.

Los sobrevivientes merodeaban entre los escombros de sus viviendas de madera en busca de objetos que recuperar o buscaban por sus familiares y amigos.

Muy escasa asistencia había llegado hasta la ciudad, indicaron los sobrevivientes. Algunos tomaron alimentos, agua y productos de consumo de tienda, centros comerciales y viviendas abandonadas.

«Esta área ha quedado totalmente arrasada», destacó Sebastien Sujobert, jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja en Tacloban. «Se han perdido muchas vidas, un gran número de personas han desaparecido y los servicios básicos como agua potable y electricidad han quedado interrumpidos», agregó.

Señaló que la Cruz Roja de Filipinas y las oficinas de la Cruz Roja Internacional de Tacloban quedaron destruidas, obligando al personal a buscar un local temporal.

Haiyan azotó la costa oriental de las Filipinas el viernes y pasó con furia a través de sus islas centrales antes de continuar por el Mar de China con vientos de 235 kilómetros por hora (147 mph), ráfagas de hasta 275 kph (170 mph) y el nivel del mar aumentó seis metros (20 pies).

Aunque las autoridades habían evacuado unas 800.000 personas antes del tifón, el saldo de muertos es elevado porque muchos centros de evacuación, escuelas de ladrillo, iglesias y edificios del gobierno no soportaron el embate de los vientos y el gigantesco oleaje. Las autoridades dijeron que muchas personas que se habían refugiado en esos edificios murieron ahogadas o fueron arrastradas por las aguas.

El meteoro infligió daños serios a por lo menos seis de las más de 7.000 islas del archipiélago; Leyte, Samar y la zona note de Cebú parecen haber llevado la peor parte. Unos 4 millones de personas fueron afectados por la tormenta, informó el centro nacional de desastres.

Videos tomados en el poblado de Guiuan, en la oriental provincia de Samar —la primera zona donde el tifón tocó tierra— también mostró gran devastación. Muchas casas quedaron completamente destruidas y las carreteras estaban llenas de escombros y árboles arrancados de raíz. El video de ABS-CBN mostró varios cadáveres en la calle cubiertos con sábanas.

«No tengo casa, no tengo ropa, no sé cómo voy a reanudar mi vida, estoy muy confundida», dijo una mujer no identificada mientras lloraba. «No sé lo que nos pasó. Estamos pidiendo ayuda».

Las Naciones Unidas dijeron que estaban enviando suministros pero el acceso a las áreas más afectadas es muy difícil.

En una nación abrumada regularmente por terremotos, volcanes y tormentas tropicales, el tifón Haiyan parece ser el peor desastre natural en la historia del país.