FIFA decide sedes de Mundiales


Zinedine Zidane, ex futbolista francés, acude a la sede central de la FIFA, para presenciar las presentaciones de las candidaturas a sedes mundialistas, las cuales se definirán mañana. FOTO LA HORA: AFP PHILIPPE DESMAZES

La elección de los Mundiales 2018 y 2022, mañana en Zúrich, que cuenta con nueve candidaturas en total, a las que deben votar los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, se presenta sin claros favoritos, aunque crece la posibilidad de que Rusia y Qatar sorprendan.


Si en las últimas designaciones existí­a un favorito (Japón/Corea 2002, Sudáfrica en 2006 y 2010, aunque en el primero de los casos fue sorprendida por Alemania, o Brasil en 2014), en esta ocasión todo parece muy igualado en ambas votaciones.

Tras la salida del tahitiano Reynald Temarii y del nigeriano Amos Adamu por presunta corrupción, votarán los 22 miembros restantes y se irán eliminando las candidaturas con menos sufragios en cada ronda.

En caso de empate, el voto del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, será decisorio, en una elección con un clima enrarecido por las acusaciones de corrupción en el seno de la FIFA.

En la designación del Mundial 2018 las fuerzas están muy igualadas entre Inglaterra, España/Portugal y Rusia, quien en los últimos dí­as ha subido en las apuestas, mientras que la candidatura de Bélgica y Holanda parece contar con menos posibilidades.

Esta igualdad ha propiciado la movilización de los lí­deres polí­ticos para convencer a los indecisos del comité ejecutivo de la FIFA, por lo que los primeros ministros de Gran Bretaña, David Cameron, de España y Portugal, José Luis Rodrí­guez Zapatero y José Sócrates, están en Zúrich.

Vladimir Putin desistió a última hora «para no meter presión a la FIFA», según sus propias palabras, algo que sorprendió en Zúrich en el momento en que Rusia sube enteros, por lo que la ausencia del primer ministro ruso también puede ser interpretada porque ve pocas posibilidades de victoria.

Si la lucha por el Mundial-2018 se presenta apretada, lo mismo ocurre con la carrera al Mundial de 2022.

Algunas fuentes cercanas a miembros del comité ejecutivo de la FIFA señalan que España/Portugal y Rusia llegarí­an a la ronda final en la lucha por 2018, pudiendo entrar Inglaterra, mientras que Qatar y Estados Unidos lucharí­an por la de 2022, siendo la tercera alternativa Japón, por delante de Corea del Sur y Australia.

«En el Manchester United aprendí­ a luchar hasta el último minuto. Varios partidos los ganamos de esa manera con los Red Devils y espero que este sea también el caso», respondió el futbolista Beckham, vicepresidente de la candidatura inglesa, ante los múltiple rumores.

España/Portugal e Inglaterra cuentan con casi todos las infraestructuras necesarias, tanto deportivas, como de transportes y turí­sticas, mientras que Rusia tiene casi todo por hacer y las distancias entre sus ciudades serán mayores.

Pero España y Portugal tienen la desventaja del Mundial de 1982 organizado en el primero de los dos paí­ses, una fecha relativamente reciente, mientras que Inglaterra no lo recibe desde 1966 y Rusia no ha sido nunca sede.

En una votación en la que se presumen pactos, nada parece decidido. España y Portugal tienen los tres votos sudamericanos de los 22 miembros del Comité Ejecutivo, además del que le otorgará el presidente de la federación española, íngel Marí­a Villar.

El resto de votos son una incógnita. Inglaterra podrí­a recibir los de los tres miembros de la Concacaf, mientras que el resto de votos estará muy repartido.

Muchos votos europeos podrí­an ir a Rusia, mientras que los africanos, que parecí­an destinados a Inglaterra, podrí­an pasar al paí­s ex soviético o a la candidatura ibérica después de que la BBC emitiera un programa con una acusación de corrupción ocurrida hace más de diez años del camerunés Issa Hayatou.

En la carrera al Mundial de 2022, las previsiones son todaví­a más difí­ciles. Qatar debe construir casi todo, pero los recursos económicos que tiene no le plantean problemas, mientras que Japón dispone de todas las infraestructuras del Mundial 2002 y Estados Unidos tiene también los medios.

EUROPA Posibles sorpresas


Inglaterra aparecí­a como la favorita para organizar el Mundial de 2018, cuando la FIFA designe el paí­s mañana en Zúrich, junto al de 2022, pero Rusia ha irrumpido con fuerza en las apuestas, uniéndose a las opciones británica e ibérica de España y Portugal.

La candidatura conjunta de España y Portugal se mostraba como la alternativa a Inglaterra, pero las últimas fechas se empezó a hablar con fuerza de Rusia, aunque la renuncia de su primer ministro Vladimir Putin a viajar a Zúrich hace pensar que sus opciones han bajado.

El paí­s ex soviético podrí­a contar con el apoyo de los miembros europeos, entre los 22 del comité ejecutivo que votarán el jueves, al mismo tiempo que podrí­a hacerse con algún voto africano, desencantado con las acusaciones de los medios británicos de corrupción en la FIFA.

Pero son sólo rumores y especulaciones en una votación a 2018 por la que parecen competir Rusia, España/Portugal e Inglaterra, una candidatura que ha desplazado a Zúrich a sus «Three Lions», el prí­ncipe Guillermo, el primer ministro David Cameron y el futbolista David Beckham.

Una de las preocupaciones de la candidatura inglesa es perder los votos de los tres miembros de la Concacaf, que creí­a seguros, después de que un programa de la BBC hablara de presuntas irregularidades de algunos miembros de la FIFA en el pasado, mencionando también a Jack Warner, presidente la confederación.

Inglaterra espera que la FIFA no se haya enfadado demasiado y vote a la cuna del fútbol, que no ha organizado el Mundial desde 1966 y que cuenta con todas las infraestructuras deportivas y de transportes necesarias.

España y Portugal, que recibirá los tres votos sudamericanos del comité ejecutivo, recibió un espaldarazo con el estudio técnico de la FIFA y es una candidatura que aparece con grandes posibilidades, pese a que la crisis económica que padecen ambos paí­ses crea incógnitas de cara al futuro.

Los dos paí­ses ibéricos están preparados a nivel de infraestructuras, pero juega en su contra el hecho de que España organizó el Mundial en una fecha relativamente reciente, en 1982.

Frente a las opciones ibérica y británica, irrumpió con fuerza Rusia al que algunos colocaron como favorita y capaz de sorprender a las dos candidaturas que parten con más posibilidades.

A su favor está el hecho de que nunca ha organizado un Mundial, aunque en su contra pesará que deben partir de cero en cuanto a infraestructuras. Su sistema de transportes debe mejorar y se verán obligados a construir casi todos sus estadios.

Por último está la candidatura conjunta de Bélgica y Holanda que parte con muy pocas posibilidades.

Son paí­ses que no constituyen mercados esenciales para la FIFA y deben renovar sus estadios.

TRASFONDO Sospechas de corrupción


La FIFA se dispone a atribuir mañana los Mundiales de 2018 y 2022 y debe luchar con los sospechas de corrupción que afectan a algunos de sus altos cargos, por presuntas ofertas para que votarán por una u otra candidatura.

Si Inglaterra no obtiene el Mundial-2018 (Rusia, España/Portugal, Bélgica/Holanda son los otros candidatos), sus responsables podrán maldecir a sus propios medios de comunicación, origen de las revelaciones que han hecho tambalearse a la instancia suprema del fútbol y a su comité ejecutivo.

Las represalias no son descartables por parte de algunos miembros del comité ejecutivo, dispuestos a vengarse contra la candidatura inglesa, la más sólida para 2018 con la de España/Portugal, según el informe del grupo de evaluación de la FIFA.

Pero el mal está hecho y estos asuntos han dañado la imagen de la FIFA y han puesto el acento sobre la falta de transparencia que rodea sus tomas de decisión.

Fue el Sunday Times el que lanzó la polémica, el 17 de octubre, con una investigación titulada: «Copa del Mundo, votos para vender».

Según el diario, el tahitiano Reynald Temarii, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, habrí­a pedido 1,6 millones de euros para una academia de deportes a cambio de su apoyo a una candidatura para la organización de un Mundial.

Además, Temarii habrí­a afirmado que otros dos candidatos a la organización de un Mundial habrí­an ya ofrecido dinero a Oceaní­a para obtener su voto.

El nigeriano Amos Adamu, otro miembro del comité ejecutivo, habrí­a reclamado 570.000 euros para apoyar una candidatura. El diario inglés afirmó haberle filmado en un encuentro con periodistas que dijeron trabajar para un consorcio estadounidense.

Adamu les habrí­a «garantizado» su voto a la candidatura de Estados Unidos a cambio de esta suma.

Los dos hombres fueron suspendidos (tres años para Adamu, uno para Temarii) el 18 de noviembre por la comisión de ética de la FIFA, pasando de 24 a 22 el número de miembros del comité ejecutivo que votarán por los Mundiales de 2018 y 2022.

El lunes, a tres dí­as de la votación, la BBC ahondó más en el tema en su emisión Panorama cuestionando a tres miembros muy influyentes del comité Ejecutivo, el brasileño Ricardo Teixeira, el camerunés Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana (CAF) y miembro del Comité Olí­mpico Internacional (COI), y el paraguayo Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana (Conmebol).

Teixeira, Hayatou y Leoz se habrí­an, según la BBC, beneficiado de pagos ilegales de parte de International Sports and Leisure (ISL), una sociedad de márketing que habí­a obtenido la exclusividad de los derechos durante varios Mundiales, antes de su liquidación en 2001.

Para la FIFA, «los problemas a los que se hace referencia (…) se remontan a varios años atrás y fueron objeto de investigaciones por parte de las autoridades competentes en Suiza».

Pero el COI se tomó el asunto en serio y pidió a su comisión ética que investigue el caso Hayatou.

Todo ello ha caí­do en descrédito de una votación y de la propia FIFA, debilitada por lo opaco de su proceso de designación en un momento en el que debe atribuir algo importante.

El francés Michel Platini, presidente de la UEFA, criticó en cierta forma la atribución de la organización de la Copa del Mundo, en una entrevista al diario suizo Tages Anzeiger, el 20 de noviembre.

«Tal vez harí­a falta que sea el conjunto del congreso el que decida. De esa manera, la presión sobre algún individuo no serí­a la misma», explicó.