Para muchas adolescentes en América Latina, una fiesta de 15 años es un rito de tránsito que se lleva en el corazón. Pero no todas las familias pueden costear los coloridos vestidos y otros adornos para tales celebraciones.
Así que durante los últimos cinco años, la Asociación de Madres y Padres de Niños con Leucemia y Cáncer ha organizado fiestas de 15 años para jóvenes de familias pobres que tienen la carga extra de lidiar con el cáncer.
La fiesta de este año congregó a 37 niñas de entre 14 y 16 años el sábado por la noche en un hotel de la capital nicaragüense: Managua. Los padrinos pagaron por los vestidos y los zapatos, los arreglos florales, pasteles y refrigerios. Cada padrino pagó además medicamentos para tres o cuatro de las jóvenes.
La Academia Militar de Nicaragua envió cadetes para fungir como escoltas y parejas de baile de las festejadas. Yamileth Barrera, una joven de 16 años de San José de Bocay, un municipio ubicado a 240 kilómetros (150 millas) al norte de Managua, dijo que en verdad disfrutó de estar con las otras muchachas y que no se abstuvo de bailar a pesar de tener que estar en silla de ruedas por el cáncer óseo. «Estoy feliz porque solo una vez en la vida celebras tus 15 años», dijo.