Con serenata, quema de cohetillos y la celebración de la misa, vecinos se dieron cita a celebrar la feria patronal en honor de la Virgen del Carmen. Desde muy temprano, los fieles católicos se dieron cita al cerro para participar de la conmemoración que año con año se da en tan hermoso lugar.
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A la entrada al cerro se ven llegar feligreses, que se tomaron un tiempo para pasar a saludar a la Virgen y pedir su bendición; por otro lado se ven ya las ventas de candelas, incienso, rosarios y libros que relatan la historia del cerrito.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos acudieron en gran número para recibir al cardenal Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo de Guatemala, quien oficiara una misa en honor a tan venerada imagen.
El comercio de alimentos es otro atractivo que se aprecia frente a la iglesia del Cerrito del Carmen; la venta de churros, plataninas, atol de elote, tostadas, chuchitos, enchiladas, son algunas de las variedades que ahí se pueden degustar.
Sin dejar de mencionar que en sus alrededores está la rueda de Chicago, el remolino, el carrusel, el tiro al blanco, las mesas de futillo, todos alegrando al visitante.
Y para la culminación de la fiesta, los feligreses esperan con ansias la procesión de la Virgen, para que esta haga su recorrido por los alrededores de esta zona, y terminarla en el mismo cerro que la resguarda año con año.