Cuatro años después de ceder el mando, al borde de la muerte, el líder cubano Fidel Castro vive una notable recuperación y en solo una semana salió tres veces al público, en su rol de consejero político y mostrando su faceta de hombre de familia, celosamente guardada en la intimidad por medio siglo.
Acompañado de su esposa Dalia Soto del Valle y dos de sus hijos, Antonio y Alex, Castro visitó el martes el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, en el oeste de La Habana, un día después de aparecer en un programa de televisión grabado el mismo día.
Hace una semana sorprendió a los empleados del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, también en el oeste, de lo cual se difundieron una serie de fotos tomadas por Alex Castro.
«Fidel se la pasa apareciendo ahora», «Â¡Visítanos, Fidel, aparécete por aquí!», dijo el presidente venezolano Hugo Chávez, su «hijo político», al declararse «muy contento» por la reaparición pública.
Mientras aparecía en televisión, el presidente Raúl Castro iniciaba la liberación de 52 presos políticos, nueve de los cuales ya emigraron a España, pero el máximo líder de la revolución no se ha referido a temas de la actualidad nacional.
«Increíble que después de estar grave salga tan expuesto y seguido. Tiene salud de hierro. No creo que vuelva a dirigir, pero está con el dedo puesto en el que está dirigiendo. Aunque no habla de los problemas de nosotros, todavía pone y dispone», dijo Ramona López, ex brigadista de la construcción de 65 años.
Vestido con camisas a cuadros y chaquetas deportivas, Castro luce en sus salidas, según testigos e imágenes, de mucho mejor semblante, animado, con mayor soltura en sus movimientos y fluidez al hablar, aunque su voz es áspera y aún está delgado.
Un recuperación que asombra a muchos por tratarse de un hombre que cumplirá 84 años el 13 de agosto y emergió de una enfermedad intestinal que lo llevó a varias cirugías, y en solo el primer mes de crisis lo hizo perder casi 20 kilos, alimentado vía cateter.
«Le han caído los años, pero está bien, dinámico, locuaz. No creo que tenga salud para volver al poder como le gustaba, estar en todo, pero es un estratega político y puede ser consejero internacional», opinó Graciela Cerolio, dirigente comunista de 46 años.
Tras gobernar desde 1959, Fidel dejó el mando a su hermano Raúl el 31 de julio de 2006 y ahora se dedica a escribir artículos de prensa y sus memorias, pero conserva el poderoso cargo de primer secretario del gobernante Partido Comunista.
No obstante, mientras su hermano lidia con la crisis económica y las críticas de Europa y Estados Unidos sobre derechos humanos -aplacada por las liberaciones-, el líder comunista se ocupa de alertar de una «guerra nuclear» que desataría un ataque de Estados Unidos contra Irán.
Para algunos la reaparición de un Fidel muy activo es una muestra de que mantiene su influencia y poder, y que la decisión de su hermano sobre los presos está bendecida o al menos aceptada.
«Es un aval indirecto», dijo el opositor Guillermo Fariñas, quien se repone de una huelga de hambre que hizo durante 135 días por los presos, tras calificar las liberaciones como un «gesto de clemencia de Raúl».
Acostumbrados ya a su ausencia pública, los cubanos se habitúan también a verlo ahora como «cualquier cubano, vestido de civil y hasta con hijos y mujer», dice Joaquín Rodríguez, empleado de una cafetería, de 39 años.
Durante medio siglo, Castro, quien tiene ocho hijos -de ellos solo una mujer, su férrea crítica Alina Fernández emigrada a Estados Unidos-, mantuvo bajo estricta reserva su vida familiar.
Pero en su convalescencia, Soto del Valle, de 68 años y con quien tuvo cinco de sus hijos, está más visible al público, cuando Castro recibe a dignatarios y amigos en su residencia, también ahora mostrada en algunas de las fotos y videos.