El presidente de Cuba, Fidel Castro, acelera su recuperación y cada día participa más en los asuntos de gobierno, según autoridades oficiales, lo que aumenta expectativas de una reaparición pública y un eventual retorno al poder aunque no necesariamente con el ritmo y funciones de antes.
El presidente de Cuba, Fidel Castro, acelera su recuperación y cada día participa más en los asuntos de gobierno, según autoridades oficiales, lo que aumenta expectativas de una reaparición pública y un eventual retorno al poder aunque no necesariamente con el ritmo y funciones de antes.
«Hay una aceleración en la recuperación. Todos estamos esperando que esto se complete en un corto período», declaró el vicepresidente José Ramón Fernández a periodistas.
No obstante, dijo, «está claro que después de una enfermedad prolongada hay que tomar medidas de descanso y racionalizar la bestial dedicación que él hacía al trabajo, de horas y horas, días y días sin descanso, y eso hay que protegerlo».
Castro telefoneó el lunes cuatro veces a Puerto Príncipe «durante conversaciones sobre cooperación entre Cuba, Venezuela y Haití», reveló el presidente haitiano René Preval, tras firmar acuerdos de salud y energía con el mandatario venezolano Hugo Chávez y el vicepresidente cubano Esteban Lazo.
Chávez, estrecho aliado y amigo de Castro, reafirmó que el líder cubano había tomado parte en el encuentro por teléfono «para consolidar un gran espacio de cooperación trilateral».
A sus 80 años, Fidel Castro se recupera desde hace casi ocho meses de una compleja cirugía intestinal que lo llevó a ceder temporalmente el poder, el 31 de julio pasado y por primera vez en 48 años de revolución, a su hermano Raúl, ministro de Defensa, cinco años menor.
Desde entonces, los informes de su salud, declarada «secreto de Estado», han sido dados a cuentagotas. Pero en las últimas semanas los funcionarios han multiplicado los reportes con un creciente optimismo.
El lunes, el canciller Felipe Pérez Roque declaró a la prensa en París que el presidente «mejora ostensiblemente» y cada día participa más en las decisiones de gobierno, por lo que, añadió, los enemigos de Cuba que lo dieron por muerto «deberán esperar».
«Está en contacto directo con los dirigentes del Partido (Comunista de Cuba) y del Gobierno, le consultamos diversos asuntos y él nos da orientaciones, y cada vez más participa en tareas», aseveró el funcionario, de gira por Europa.
Pero algunos analistas extranjeros y diplomáticos en La Habana señalan que si bien hay una recuperación del dirigente cubano no es seguro un retorno a las funciones con la actividad de antes, y estiman que podría devenir «figura tutelar» del gobierno, vigilando las grandes orientaciones, pero delegando funciones.
En una entrevista con el diario Clarín de Argentina, el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, dijo que Castro no se fue del poder, sino que sólo «ha dejado de estar haciendo las cosas del modo que las hacía y que se había hecho emblemático».
«Esos largos discursos, la presencia en todas las actividades, el estar sobre todos y cada uno de los temas. Bueno eso no es usual (…). ¿Que vaya a regresar a hacer las cosas como las hacía? Eso es otra cosa», manifestó Alarcón.
Durante la verificación de un ejercicio militar en la región occidental de Pinar del Río, el presidente provisional, Raúl Castro, informó el domingo a las tropas que su hermano tiene una «progresiva recuperación».
Hace dos semanas, Chávez y Castro sostuvieron una conversación telefónica de media hora -difundida en directo en un programa de radio y televisión del venezolano-, que renovó el optimismo entre sus seguidores y desanimó a los que quieren un cambio en Cuba.
En esa conversación se le escuchó más fluido, coherente y claro que en un video en que aparecieron los dos el 30 de enero pasado, en el cual aunque Castro mostró mejor semblante tenía alguna dificultad para hablar.
Su primogénito, Fidel Castro Díaz-Balart, se declaró convencido el pasado 16 de febrero de que su padre se iba a «recuperar totalmente».
«Genio y figura. Pronto lo vamos a tener de vuelta», comentó un jubilado de 67 años, residente del barrio de Miramar.
Cuba lanzó una campaña internacional para que Estados Unidos otorgue visas a familiares de cinco agentes cubanos condenados en ese país por cargos de espionaje, un caso que el presidente Fidel Castro sigue con atención desde su convalecencia, según parientes de los presos.
«El caso es algo que se mantiene vigente aún en su recuperación, desde su trinchera mantiene la misma prioridad sobre el tema de los cinco (presos). El está al tanto de la situación», declaró a la prensa Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, uno de los agentes.
Pérez comentó que Castro recordó a los cinco agentes en un mensaje publicado en la prensa el día de su 80 cumpleaños, el 13 de agosto pasado, cuando apenas tenía dos semanas de haber sido sometido a una compleja cirugía de la cual aún se recupera.
«Estamos muy pendientes de la salud del comandante, él está también personalmente al tanto de lo que está ocurriendo. El apoyo de él y del pueblo ha sido importante para resistir estos años que no han sido fáciles», añadió Irma Sehwerert, madre de René González, otro de los condenados.
Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, declarados «héroes» en Cuba, fueron detenidos en 1998 y condenados en 2001 a penas que oscilan entre 15 años de prisión y dos cadenas perpetuas.