En un simposio se determinó que los flagelos de Guatemala son la ingobernabilidad, la inseguridad, la impunidad y la corrupción. Pareciera que ese es el estado perfecto que añoramos los latinoamericanos, pues abogamos por el retorno de Zelaya al poder en el país vecino. Aquí para que no queden dudas voy a externar mi pensamiento: «Abajo los Golpes de Estado» y «Abajo los presidentes corruptos que violan la ley».
Hablando de corredores secos, según se puede apreciar por el número de canales de agua que se han construido en Zacapa, que aunque no llueve en invierno lo suficiente, mantienen las siembras durante el verano. El problema es que hay que importar labriegos del Altiplano, que a pesar de los intensos calores, parece que rinden más que los labriegos locales.
Aunque reconozco que el imperio maya fue glorioso y digno de ser estudiado, también creo que debemos estudiar las tribus que encontraron los españoles a su llegada, pues, según parece, estas aunque eran autóctonas, se mezclaron con los toltecas, al grado que se habla de que los últimos reyes eran de ese origen, incluyendo al glorioso guerrero Tecún Umán. Según pareciera, aunque no tengo ningún elemento científico ni conocimientos para asegurarlo, si las raíces de sus lenguas no fueran comunes, se convertiría en un tema muy interesante, pues serían diferentes sus orígenes.
Cuando leí la columna de don Eduardo Villatoro sobre que en tiempo de Portillo se cobraba de comisión el 10% pero que ahora era el 30%, me pareció algo exagerado y fuera de lógica, pues nadie puede ser tan ladrón, por lo que hice algunas consultas por mi cuenta. ¡Oh sorpresa!, dicen que ya no es el 30, que ahora hay algunos que exigen el 40%, pues hay que cubrir algunos gastos extras.
Para finalizar quiero contarles algo que oía decir a los ancianos de mi pueblo como un chiste, pero que la realidad es que pudiera tener algo de verdad. Resulta que muchos españoles entraban por el golfo dulce o sea el lago de Izabal, pero otros entraban por el Motagua hasta Gualán en embarcaciones pequeñas. Estos últimos cuando veían lo difícil del viaje se iban quedando en el camino. Por eso dicen que los zacapanecos somos haraganes.
Próximamente ya no pondré el número de cédula, sino que el DPI. Con ese nuevo documento ya nadie votará por mi, salvo que el gobierno le quite los fondos al Renap, para que la emisión de este documento no se de antes de las próximas elecciones. Ya le quitaron Q200 millones, vamos a ver cuánto mas.