Fertilizantes y medicinas


Editorial_LH

Luego de la denuncia acerca de sobreprecio en algunos de los fertilizantes adquiridos, el Gobierno puso atención y anunció que se anulaban las adjudicaciones realizadas, lo que le permite ahora renegociar los precios de los fertilizantes para lograr que se ajusten al mercado y evitar así el sobreprecio que afectaba a la transparencia de la operación. Hay que reconocer que el Gobierno actuó correctamente en este caso al revisar los precios luego de la denuncia y de que el ministro dijera que los precios más altos eran resultado de las variaciones del mercado internacional.


Creemos que con esa misma diligencia y actitud se debió actuar cuando se denunció el sobreprecio de las medicinas adquiridas en contrato abierto por el gobierno anterior. Ciertamente no se trata de un asunto imputable a este gobierno porque la operación fue realizada por el equipo de Colom que manejó en forma deleznable los contratos abiertos en el tema de las medicinas porque para eso fue financiado abundantemente por las empresas que se dedican a surtir el mercado, pero en esa ocasión ni la diputada Montenegro ni el gobierno hicieron nada, acaso porque la bancada que coordina Roberto Alejos era demasiado importante para el régimen en la aprobación de los impuestos y porque la diputada llegó a la Junta Directiva precisamente impulsada por esa misma bancada.
 
 Podrá decirse que la Prensa nunca queda satisfecha y que hasta cuando hacen algo bueno, pedimos más. Pero es que en el tema de la transparencia no puede haber medias tintas ni casos de excepción. En todos los negocios públicos tenemos que exigir transparencia y por ello cuando vemos que se pudo hacer en el tema de los fertilizantes, en el que siempre ha habido mano de mono pero especialmente en los últimos años también por esa odiosa coincidencia del financiamiento de campañas políticas, también se vuelve deseable y necesario que en las medicinas operen de la misma manera.
 
 Ya sabemos que en las esferas oficiales, no de ahora sino de siempre, esperan que se produzcan aplausos y cuando éstos llegan se valora bien el papel de la Prensa, mientras que cuando vienen las críticas, que siempre tienen que llegar, cambia la percepción y los periodistas y los medios caen en el plan de los que siempre critican, de los que no ven las cosas buenas, de los que hacen señalamientos por fregar.
 
 La verdad es que la Prensa seria no puede dejar de aplaudir, pero tampoco puede dejar de señalar y ese es un papel que no es siempre comprendido. Hoy aplaudimos la medida de los fertilizantes, pero reclamamos que igual se actúe en otros negocios públicos.

Minutero:
No quedaron campantes 
con lo de los fertilizantes; 
no es que tengamos inquinas,
pero faltan las medicinas