La flamante presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, empieza hoy el camino de la profundización del modelo implementado por su esposo y antecesor Néstor Kirchner, en su primer día de trabajo en la Casa Rosada.
«Lo importante es que se profundice el cambio en Argentina», dijo el ex presidente y auguró que su esposa será «una gran Presidenta», en declaraciones formuladas mientras el matrimonio saludaba a los manifestantes que participaban de un festival en la histórica Plaza de Mayo luego de la ceremonia de asunción. El gobierno de la primera Presidenta elegida por el voto popular de Argentina se vislumbra como la continuidad de los trazos gruesos de las políticas de su antecesor y ello quedó demostrado, por ejemplo, en la ratificación de siete de los diez integrantes del Gabinete.
Las nuevas caras corresponden a los ministros Martín Lousteau en Economía, Graciela Ocaña en Salud y Juan Carlos Tedesco en Educación.
Fueron ratificados, entre otros, el jefe de Gabinete Alberto Fernández, el Canciller Jorge Taiana, la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner y el ministro de Planificación Julio de Vido.
Luego de la ceremonia de investidura en el Congreso Nacional, al que asistieron todos los mandatarios sudamericanos y el príncipe Felipe de España, el primer acto de gobierno de Kirchner fue una entrevista con el primer ministro francés Francois Fillon.
El tema central del encuentro fue la situación de Ingrid Betancourt, una ciudadana colombo-francesa que está secuestrada por la guerrilla colombiana de las FARC desde 2002.
El presidente francés Nicolas Sarkozy está empeñado en lograr la liberación de la ex candidata presidencial colombiana y de otros rehenes, y esta fue una de las máximas preocupaciones de su enviado en Buenos Aires.
La nueva mandataria asume con una economía en expansión, con 45% acumulado en los últimos cinco años, pero con una inflación real que algunos analistas ubican en el 20% anual, pese a que el indicador oficial, al que opositores consideran manipulado, marca 7,7% hasta noviembre.
En el plano internacional, la jefa de Estado ha prometido consolidar la alianza con Brasil y seguir propiciando nuevas iniciativas de integración latinoamericana en materia de energía e infraestructura.
Un tema espinoso en el plano internacional es el conflicto suscitado desde 2003 con Uruguay por la instalación de una planta de pasta de celulosa en la orilla del fronterizo río Uruguay, que los argentinos consideran contaminante, y el bloqueo de puentes binacionales por parte de ciudadanos argentinos.
Kirchner saludó la presencia del presidente uruguayo Tabaré Vázquez en la ceremonia de investidura y ratificó la amistad de los gobiernos y pueblos rioplatenses, pero insistió en que el diferendo deberá zanjarse en la Corte Internacional de La Haya.