Feliz Dí­a de la Madre


Ser mamá es todo un arte y disciplina en el cuidado, protección y empoderamiento de las personitas que llamamos hijas e hijos. La maternidad es aprendida a través de un proceso de enseñanza en el hogar y en la sociedad así­ como por experiencias propias. Desde muy pequeñas, tanto así­, que las niñas no son capaces de autocuidarse ya reciben su primer muñeco bebé con la finalidad de comenzar la iniciación de este aprendizaje.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

Es de reflexionar que no se nace mamá si no que la madre se hace. Que los instintos juegan un papel, pero no el decisivo en el desempeño de la maternidad. Es indudable que existen mujeres con una mayor facilidad de ser nutricias que otras con sus pequeños infantes.

Cuando se llega a ser mamá los cuidados nunca terminan, un hijo de bebé, de infante, en edad escolar, adolescente y adulto lo continúa siendo. Cada etapa descrita tiene sus fortunios y desfortunios con el persistente interés de la madre que todo lo que le venga a su pequeño sea para bien y logre lidiar con los avatares de la vida de la mejor manera posible.

Una madre quiere porque desea querer, en tal sentido este amor ha sido definido como incondicional. Desde el vientre ya puede tomar contacto con quien será su hijo, fantasear con su presencia, con las muchas cosas que vendrán para éste y para el hogar. Alegrarse cuando nace y sentirse orgullosa por la nota sobresaliente que considera que le otorgaron al nacer.

Se ejercita en sacar energí­a y entereza para fortalecer a su sucesor si se encuentra enfermo, si le duele algo, si tiene que rendir alguna tarea, si desea algo que lo pueda hacer feliz. Entiende que los hijos necesitan tener lí­mites y aprender a ser responsables. Cree en ellos, les respeta, los impulsa al amor a la vida, a crecer, a creer y a sentirse apropiados en el mundo al que pertenecen.

Las madres también se equivocan. Se da el amor como se puede dar y no necesariamente como se piensa que ha de darse o recibirse. También es verdad que el rol de ser mamá no necesariamente está limitado a la experiencia biológica, esto lo pueden ampliar las tí­as, las amigas, hermanas, primas, etc.

Las hijas y los hijos no son una pertenencia, ellos tienen sus propios anhelos, las madres se empeñan en su crianza y desarrollo para que tengan adecuadas herramientas para labrar el camino de sus vidas y con ello logren su felicidad.

De manera final les presento un pequeño resumen de la historia de esta fiesta:

El Dí­a de la Madre es una celebración que no tiene una fecha especí­fica en todo el mundo, en Guatemala se celebra el 10 de mayo. Las primeras conmemoraciones de este dí­a se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendí­an honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Los romanos llamaron a esta fiesta La Hilaria cuando la adquirieron, los primeros cristianos transformaron estas celebraciones en honor a la Virgen Marí­a, la madre de Jesús.

En los Estados Unidos, la primera sugerencia de la creación del Dí­a de la Madre fue en el siglo XIX, cuando la escritora Julia Ward Howe organizó en Boston un encuentro de madres dedicado a la paz. También Anna Javis a principios del siglo XX logró que se oficializara en ese paí­s este dí­a. La lucha que ella emprendió con este fin le ayudó a salir de la tristeza por el fallecimiento de su madre. Con el tiempo esta celebración se amplió a otros lugares del mundo.

Anna Javis, tení­a la idea fundamental de fortalecer lazos familiares, el respeto por los padres y que las personas reconocieran la importancia y el valor de las madres, pero, la popularidad de la fiesta hizo que se convirtiera en un dí­a lucrativo para los comercios. Lo que a Anna le pareció una distorsión de su propósito por lo que inició un proceso infructuoso por la anulación de la festividad y ello nos deja también una enseñanza apropiada a considerar.

Les deseo un lindo dí­a a todas las madres y a todas/os los hijos, que han tenido la fortuna de participar en esta relación y/o emprender el recorrido y el reconocimiento de la maternidad. Así­ como a los demás miembros de la familia que le dan pie y cabida.