Félix y las elecciones



Septiembre es, históricamente, el mes más lluvioso, y este año el Centro Nacional de Huracanes ha lanzado una seria advertencia porque se dirige hacia la región el huracán Félix, poderoso meteoro de categorí­a 5, la máxima de la clasificación de la escala Saffir-Simpson, y sus efectos se pueden sentir en el territorio nacional a partir del próximo miércoles, a más tardar. Coincide la proximidad de la tormenta con la fecha de las elecciones generales en Guatemala y si la normalidad del mes era ya motivo de preocupación, obviamente hay que trabajar para prevenir problemas serios como consecuencia del impacto que pueda tener en la parte norte, sobre todo, el paso de este potencialmente devastador disturbio climático.

Félix avanza a 21 millas por hora hacia Belice y el territorio de Petén, pero la dimensión del meteoro es grande y si bien sus vientos no se percibirí­an en todo el territorio nacional, es previsible una gran precipitación pluvial que podrí­a tener efectos más allá del miércoles, fecha en la que se espera que llegue al territorio nacional el ojo del huracán si no cambia su trayectoria actual.

Desbordamientos de rí­os y posible destrucción de carreteras y puentes puede ser un efecto inmediato de una tormenta tan poderosa como la que están previendo los expertos en condiciones climáticas extremas, propias de esta época del año. Hay que tomar en cuenta que no sólo los partidos están haciendo sus últimas movilizaciones en estas horas y que el huracán les ha de afectar, sino que también se está desplazando toda la logí­stica y los enseres electorales hacia el interior del paí­s y podrí­an darse problemas serios que afecten la normalidad del proceso.

Es una prueba de fuego para las autoridades nacionales y, en este caso, para las autoridades electorales que tendrán que tomar en cuenta una condición climática adversa que puede tener efectos muy directos sobre el proceso de las elecciones, inclusive comprometiendo la normal concurrencia de los ciudadanos a las urnas el próximo domingo. Para entonces, cierto es, se espera que Félix se haya dispersado ya en territorio mexicano o del sur de los Estados Unidos luego de haber pasado por la Pení­nsula de Yucatán, esta vez aparentemente atravesando Petén. Pero si la infraestructura sufre daños, seguramente que se van a sentir las consecuencias, especialmente en la parte norte del territorio nacional y en los departamentos con mayor concentración de personas y dispersión de las mesas receptoras de votos.

Todos los pronósticos apuntan a que Félix llegue el miércoles a Petén y el ojo del huracán estará saliendo del territorio nacional el jueves. Pero Conred y todo el sistema de protección del paí­s deberán actuar para prevenir daños fatales y, superar los daños materiales que puedan comprometer el proceso electoral.