Jugando un tenis de altura, el número uno mundial y cinco veces campeón del US Open, venció a Djokovic en dos horas y 34 minutos de juego, con pasajes de leyenda y un servicio imparable.
Campeón de los últimos cinco torneos de Flushing Meadows, Nueva York, Federer se impuso a base de 7 aces, tres quiebres, 49 tiros ganadores, 33 errores no forzados y el 82% de los puntos de su primer servicio.
Djokovic tuvo 6 aces, un pobre primer saque de 68% de efectividad, y 32 tiros claves, 33 errores que le costaron puntos.
Federer, que busca el decimosexto título de Gran Slam de su carrera, le ha ganado los seis partidos previos a Del Potro, pero el más reciente, en semifinales del Roland Garros, fue sumamente reñido y necesitó de cinco sets.
Fue un partido de buen tenis, sazonado por pasajes simpáticos de parte de Djokovic, el humorista del circuito ATP, que arrancó algunas sonrisas a Federer y deleitó al público del estadio Arthur Asher.
Djokovic dio el primer zarpazo consiguiendo el quiebre del sexto game para irse delante 4-2, pero Federer reaccionó con furia y devolvió el tortazo llevándose en carrerilla los siguientes cuatro puntos, y defendió bien su saque para empatar 4-4.
El serbio tuvo que luchar bastante para preservar su saque y llegar abrazados al 6-6, con la mesa puesta para el tie-break, donde Federer predominó desde el arranque para caminar la minimanga sin mayores contratiempos.
Impulsado por este triunfo, Federer siguió embalado para llevarse los siguientes dos sets en 51 y 48 minutos, respectivamente.
En el último game del juego realizó una jugada de fantasía, cuando con dos puntos de partido a su favor sacó un globito que Djokovic le mandó a su patio trasero, con un raquetazo de espaldas y por entre las piernas, que se clavó como un puñal justo en la esquina trasera de la zona serbia.