Roger Federer (N.1) se impuso ayer en la final de Wimbledon a Rafael Nadal (N.2) en cinco sets, 7-6 (9/7), 4-6, 7-6 (7/3), 2-6, 6-2, logrando por quinta vez consecutiva Abierto de tenis de Gran Bretaña, torneo de Grand Slam sobre césped.
Con esta victoria, el suizo igualó el récord establecido por el sueco Bjorn Borg entre 1976 y 1980, que se encontraba en la tribuna presenciando el partido.
Se trata del undécimo título de Grand Slam del helvético, que sólo perdió dos de las trece finales de Grand Slam que ha disputado, en Roland Garros en 2006 y 2007, precisamente ante Nadal.
El número uno mundial, que disputó su novena final de torneos de Grand Slam consecutiva, alcanzó a Bjorn Borg y Rod Laver en el número de máximos títulos conquistados, situándose a uno de Roy Emerson y a tres de Pete Sampras.
No lo tuvo fácil Federer ante un combativo Nadal, que planteó un partido de igual a igual desde el comienzo de la tan esperada final.
Federer tuvo en el sexto juego tres oportunidades de quiebre y no perdonó, sacando una ventaja que a esa altura del encuentro se hizo irrecuperable para el triple campeón del Abierto de Francia, que vio cómo el suizo le devolvía el 6-2 del set anterior.