El suizo Roger Federer, número uno mundial, empezó con un triunfo tranquilo por 6-4, 6-1 y 6-2 su defensa del título en el torneo de tenis de Roland Garros, donde el australiano Peter Luczak apenas plantó batalla, y su próximo rival será el colombiano Alejandro Falla.
En esa segunda ronda, el jugador de Cali tendrá una misión casi imposible, a pesar de sus buenas sensaciones de ayer, cuando aplastó al serbio Janko Tipsarevic con un rápido 6-1, 6-2 y 6-3.
Los precedentes no favorecen al jugador de Basilea: en sus dos encuentros anteriores en una gran cita, en Wimbledon-2004 y Roland Garros-2006, el jugador «cafetero» sólo pudo sumar un total de once juegos.
En una hora y 48 minutos de juego, con una gran eficacia en el servicio (71% de primeras saques), el número uno mundial firmó un partido sólido en su esperado regreso a la pista central Philippe Chatrier, donde se coronó hace un año como rey de la tierra batida.
«Hace un año que pienso en revivir esto. Hay presión, es normal, pero estoy contento con haber superado el examen», comentó el suizo, que no tuvo que defender ni una bola de «break» a lo largo de todo el partido.
«Como hace mucho calor, las pelotas van bien y son difíciles de controlar. Tuve algunos problemas al principio, porque él saca bien. Al final, pude jugar mucho más cómodo», apuntó sobre la arcilla parisina.
Sin margen para la sorpresa ante el número 71 mundial, que venía de caer en la primera ronda en citas sobre tierra batida, la estrella suiza se permitió incluso algunos golpes de lucimiento en la parte final del encuentro, consciente de que el encuentro estaba ya ganado.
«Ha sido como un festival, pero tampoco hay que exagerar con eso. Cuando funcionan, es estupendo, pero si no van bien resultan un poco ridículos», dijo al público parisino, que le animó durante todo el encuentro y que le ha «adoptado» como uno de sus ídolos.
La victoria devuelve la confianza a Federer tras caer en la final de Madrid ante el español Rafael Nadal, su gran rival, aunque aún no quiere pensar en la posibilidad de «revancha» el 7 de junio en la central de Roland Garros.
«No estamos pensando uno en el otro porque hay aún muchos jugadores que quieren impedir que esa final tenga lugar. El camino hacia la final es aún largo», avisó el tenista de Basilea, llamando a la cautela.
Nadal, que llega este año a Roland Garros tras imponerse en los tres Masters 1000 sobre arcilla (Montecarlo, Roma y Madrid), se estrenará el martes en Roland Garros, ante el joven francés de 18 años Gianni Mina, invitado por la organización.