Fed se reúne


La Reserva Federal (Fed) estadounidense se reunirá martes y miércoles, en un clima de optimismo ante una reactivación naciente, para definir una estrategia de salida de la crisis, pero no se prevé que modifique su tasa directriz, situada cerca de cero desde diciembre pasado.


El interés de la reunión está en lo que pueda decir la Fed sobre la coyuntura económica y eventualmente sobre la manera en que pretende poner fin a su vasto plan de apoyo monetario implementado contra la crisis.

El presidente de la Fed, Ben Bernanke, estimó el martes que la recesión estadounidense se habí­a terminado pero advirtió que la economí­a se mantendrí­a «muy débil durante un buen tiempo».

Para los miembros del Comité de polí­tica monetaria de la Fed (FOMC), no está previsto que se aumente la tasa directriz. Varios de ellos lo reiteraron en los dí­as pasados.

Michael Mussa, ex jefe de economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó el jueves que «lo único que podrí­a llevar a la Fed a (aumentar su tasa directriz) repentinamente» serí­a la presencia de «pruebas» de un aumento de los precios. Según él, «esto no ocurrirá antes de mediados del próximo año».

De hecho, el í­ndice que sirve como referencia al banco central reveló que los precios bajaron en julio 0,8% interanual, cuando la Fed considera deseable un alza entre 1,7% y 2,0%. Por su parte, los encargados del FOMC estiman que la inflación deberí­a mantenerse «modesta durante un tiempo».

Se espera que los debates del FOMC giren en torno al futuro de las medidas de apoyo masivo al crédito implementadas por la Fed, que movilizan cientos de miles de millones de dólares. Aunque sea demasiado temprano para ponerles un término abrupto, llegó la hora de definir cómo se procederá.

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, exhortó a principios de septiembre a las autoridades polí­ticas y monetarias del mundo «a desarrollar estrategias de salida» y a «formular» planes claros, a fin de no correr el riesgo de «socavar la confianza y el proceso de reactivación».

Recientemente, la Fed prolongó la mayorí­a de sus programas de excepción hasta principios de 2010. En su última reunión, indicó que frenarí­a el ritmo de sus compras de obligaciones del Tesoro estadounidense a largo plazo, destinados a hacer bajar el costo de los préstamos hipotecarios en ese paí­s. El programa, cuya finalización estaba fijada para fines de setiembre, durará un mes más.

Uno de los miembros del FOMC, Dennis Lockhart, declaró recientemente a la prensa que la próxima reunión deberí­a constituir una oportunidad definir el modo de poner un término a otro programa, sobre la recompra de obligaciones emitidas por organismos de refinanciación hipotecaria paraestatales estadounidenses, vigente hasta fines de 2009.

Pero los dirigentes de la Fed no revelaron detalles sobre el camino que pretenden seguir para gestionar la «salida de la crisis». Es posible que la cumbre del G20, prevista en Pittsburgh (Pensilvania, noreste de EEUU) un dí­a después de que finalice su encuentro, los incite a ser un poco más locuaces.