Fed mantiene su plan anticrisis mientras la actividad sigue cayendo


La Reserva Federal estadounidense anunció ayer que mantendrá su tasa directriz dentro del margen de fluctuación de 0 a 0,25% y su arsenal de medidas anticrisis de apoyo a la economí­a, que se contrajo más que lo previsto en el primer trimestre -aunque más lentamente-.


La economí­a «continuó contrayéndose desde marzo, aunque el ritmo de la contracción parece enlentecerse parcialmente», justificó la Fed en un comunicado divulgado tras la reunión de dos dí­as de su Comité de polí­tica monetaria (FOMC).

Las cifras oficiales publicadas en la mañana habí­an mostrado que el Producto Interno Bruto cayó 6,1% en ritmo anual en el primer trimestre afectado por un nuevo hundimiento de la inversión, de una amplitud no registrada desde hace más de 60 años y peor de lo que temí­an los analistas, que preveí­an una caí­da de 4,7%.

La actividad en la primera potencia económica mundial ya se habí­a contraí­do 6,3% en el tercer trimestre de 2008.

Al finalizar su reunión este miércoles, la Fed señaló que aunque las perspectivas económicas de Estados Unidos «mejoraron modestamente» desde la reunión en marzo, la actividad deberí­a permanecer «débil» todaví­a «por un tiempo».

«Los gastos de los hogares mostraron signos de estabilización pero siguen perjudicados por las pérdidas de empleos, la baja del valor de los bienes inmobiliarios, y un crédito restringido», señala la Fed.

En consecuencia, el banco central se comprometió a «usar todos los medios disponibles para promover el crecimiento económico y la estabilidad de los precios». Asimismo recordó su compromiso con intervenir masivamente en los mercados de créditos para intentar desbloquearlos y bajar las tasas.

En este sentido, la Fed confirmó que tiene todaví­a la intención de comprar un total de 1,45 billones de dólares en tí­tulos emitidos por los organismos de refinanciamiento hipotecarios como Fannie Mae y Freddie Mac, así­ como 300.000 millones de dólares en obligaciones del Tesoro a largo plazo, de aquí­ a fin de año.

No parece el momento propicio para bajar la guardia, estimó Frederic Dickson, analista de DA Davidson, para quien las cifras del PIB muestran que «la economí­a todaví­a no dio vuelta la página» de la recesión.

La economí­a estadounidense no habí­a registrado tres trimestres consecutivos de repliegue desde 1974-1975, pero algunos elementos del informe del departamento de Comercio suscitaron el optimismo en Wall Street, que quiere creer que lo peor ya pasó.

Los gastos de las familias, luego de dos trimestres en caí­da, subieron 2,2% en ritmo anual, su mayor alza desde el primer trimestre de 2007.

Esta mejorí­a «permite pensar que el consumo podrí­a estar camino a la recuperación», estimó Millan Mulraine, analista de TD Securities.

Como en el trimestre anterior, el gran lastre de la economí­a estadounidense durante los tres meses de invierno ha sido la inversión, que hizo perder en total 8,83 puntos de crecimiento al paí­s.

«Cuando la demanda se reactive, las empresas deberán aumentar rápidamente su producción para adaptarse», estimulando el crecimiento, subrayó Augustine Faucher, de Moody»s Economy.com.

Teniendo en cuenta el efecto combinado del plan de reactivación, Marie-Pierre Ripert, economista de Natixis, piensa incluso que Estados Unidos podrí­a volver a un crecimiento «levemente positivo» en la primavera boreal, mientras que la Fed y el Fondo Monetario Internacional no esperan que ello suceda antes de 2010.