Los investigadores del FBI concluyeron que los guardias de seguridad de Blackwater mataron injustificadamente a por lo menos 14 personas en un incidente ocurrido el 16 de septiembre en Bagdad, informó hoy el diario The New York Times.
Un total de 17 civiles murieron en el ataque, cuando los guardias privados de seguridad de Blackwater abrieron fuego en una zona llena de gente, mientras protegían una caravana del Departamento norteamericano de Estado.
Blackwater argumentó que sus efectivos habían sido atacados.
Por lo menos 14 de las muertes rompieron las reglas impuestas a los guardias de seguridad en Irak respecto al uso de la fuerza, informó el Times, que citó a funcionarios militares y civiles.
Fueron cinco los guardias de Blackwater que abrieron fuego durante el incidente, incluyendo a uno de ellos descrito como «artillero de torreta número 3», quien fue responsable por varias muertes, indica el informe citado por el periódico.
Los investigadores de la Policía Federal estadounidense no encontraron evidencia alguna de que el convoy haya sido atacado por iraquíes, como lo sostiene Blackwater.
«No lo consideraría una masacre», dijo un funcionario del gobierno que no fue identificado por el Times. «Pero decir que fue injustificado es quedarse corto».
Los guardias de Blackwater trabajan para el Departamento de Estado y por ello quedan fuera de la jurisdicción militar estadounidense. En 2004, el entonces administrador norteamericano para Irak, Paul Bremer, aprobó una ley que da inmunidad a las firmas privadas de seguridad que operan en el país del Golfo.
El Departamento de Estado emplea a más de 2.500 agentes de seguridad en Irak para proteger a diplomáticos y sus instalaciones.