Entre los principales favoritos a conquistar el 11 de julio el Mundial de fútbol de Sudáfrica parece existir una estrategia común: señalar como auténticos favoritos a otros combinados, a menudo Brasil o España, para afrontar con menos presión el torneo.
El viejo recurso de alabar al contrario antes de una gran cita continúa siendo utilizada por varios de los seleccionadores, como el italiano Marcello Lippi, el brasileño Dunga, el argentino Diego Maradona, el técnico de Inglaterra Fabio Capello, el alemán Joachim Lí¶w o el francés Raymond Domenech.
«Brasil es una de las favoritas, sin lugar a dudas. También está ahí España. Después venimos nosotros, con las mismas opciones que Francia, Inglaterra, Argentina y Holanda», señaló Lippi, campeón mundial en 2006.
Capello apuntó a españoles y brasileños como aspirantes, aunque sumó a la lista a Argentina, Holanda y su equipo, Inglaterra, pero dejando fuera a la «Nazionale» de su país natal, mientras que el francés Raymond Domenech y el alemán Joachim Lí¶w no ahorraron en elogios hacia España.
En el equipo albiceleste, uno de los que más sufrió para sellar su pasaje al torneo, la cautela también parece imperar, aunque el técnico Maradona ha alternado declaraciones optimistas dirigidas a reeditar el título mundial que él consiguió en el campo en 1986 con mensajes más prudentes.
«Argentina no es favorita para ganar la Copa del Mundo, todavía necesitamos trabajar duro para ello. Los principales son los de siempre: Brasil, Alemania, Italia y ahora España. Ellos están por delante», advirtió el «Pelusa».
El que muchos ven como su heredero como futbolista, Lionel Messi, también apuntó a los «sospechosos habituales» de los meses previos a la llegada a Sudáfrica.
«No me desagrada no ser favoritos. Hubo otro Mundial en que llegamos como favoritos y no pudimos ganar nada», recordó, destacando el nivel demostrado por España, Brasil e Inglaterra y recordando el fracaso de 2002, cuando el equipo se fue en la primera ronda.
Pero en Brasil y España, receptores de las alabanzas de sus adversarios, escapar de la euforia y actuar como humildad parecen ser principios de obligado cumplimiento.
El seleccionador de la «canarinha», Dunga, puso en la rampa de lanzamiento a Inglaterra, sin olvidar a Alemania, España o alguna selección africana «que probablemente destacará». Uno de sus jugadores, el sevillista Luis Fabiano, ve a su país de residencia como el rival a batir.
«España es favorita, porque está jugando con ese grupo desde hace mucho», señaló.
En el equipo europeo, el técnico Vicente Del Bosque rechazó la etiqueta de favorito y trasladó la presión a Argentina, Brasil, Alemania, Inglaterra e Italia, todos ellos campeones mundiales, algo que nunca consiguió su país.
El capitán Iker Casillas, arquero del Real Madrid, redujo la lista a Brasil e Inglaterra, mientras que Fernando Torres (Liverpool) fue menos diplomático y admitió que el cartel de favoritos «ya no se puede quitar», después de lo demostrado en los últimos años.
Entre el resto de aspirantes a dar la sorpresa, el portugués Deco recordó que los lusos «no tiene historia en el Mundial, no lo ha ganado nunca», mientras que los mexicanos pidieron escapar de cualquier exceso de confianza.
«México es lo que es, fue 15º en Alemania (2006), en Corea (2002) cuando lo dirigí fue 11º y cuatro años antes, en Francia (1998) número 13, como cuatro años antes (1994) en Estados Unidos», recordó el director técnico Javier Aguirre.
Pero para los ex futbolistas también parece funcionar la fórmula de lanzar flores al contrario.
El francés Michel Platini puso en el «podio» virtual del torneo a españoles, brasileños e ingleses, el alemán Franz Beckenbauer eliminó a Inglaterra de la lista de elegidos, mientras que el brasileño Pelé se quedó con España.
«España para mí es hoy en día el mejor equipo del mundo, lo ha demostrado en los últimos tiempos. Es la selección que mejor está», sentenció «O Rei».