Los líderes del partido palestino Fatá encabezaron a decenas de miles de seguidores hoy en una marcha multitudinaria en la Franja de Gaza, la primera congregación de este tipo del partido predominantemente secular en el territorio desde que sus rivales islamistas de Hamás tomaron el poder en 2007.
La manifestación, que contó con la autorización de Hamas, mostró cuánto ha mejorado una relación por mucho tiempo áspera entre las facciones rivales palestinas desde una incursión de Israel en la Franja de Gaza en noviembre.
Si bien la marcha del viernes apuntaba a mejorar la relación entre Hamas y Fatá, también sirvió como un recordatorio de los conflictos internos que continúan afectando a Fatá: Las autoridades cancelaron el evento una vez iniciado después de que 20 personas resultaron lesionadas porque el número de partidarios superó la capacidad del lugar, y hubo empujones entre facciones de Fatá.
Yahiya Rabah, un funcionario de alto rango de Fatá en Gaza, dijo que la marcha fue cancelada «debido al gran número de participantes y fallas logísticas».
Sin embargo, testigos dijeron que una pelea a empujones se desató entre partidarios del presidente palestino Mahmud Abás y seguidores del ex comandante de seguridad de Gaza y ex miembro de Fatá, Mohamed Dahlan, que fue expulsado del partido por conflictos con Abás.
Otro funcionario de Fatá, que habló a condición del anonimato porque no quería avergonzar al partido, dijo que la marcha fue cancelada porque cientos de seguidores de Dahlan subieron al escenario y chocaron con personas que apoyan a Abás.
Fayez Abu Etta, vocero de Fatá, atribuyó las lesiones a la aglomeración y a la emoción de la marcha.
Hamas no participó de manera directa en el evento, pero permitió que se llevara a cabo. Altos funcionarios de Fatá llegaron a Gaza por primera vez desde que fueron expulsados por Hamas en 2007.
Abás, quien gobierna Cisjordania, no asistió al evento, pero habló a la multitud por televisión, y dijo que «no hay sustituto para la unidad nacional».