Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia exhortaron hoy al gobierno de su país a evitar la represión en los extremos de la cadena del narcotráfico, los consumidores y campesinos, y combatir a los que se quedan con las millonarias ganancias del negocio.
Las FARC y representantes del gobierno del presidente Juan Manuel Santos se sentaron nuevamente a la mesa de conversaciones en Cuba para una nueva ronda de diálogos en los cuales buscarán llegar a acuerdo sobre el tercer punto de una agenda de seis, relacionado con el tema del combate al narcotráfico.
«El rigor de la represión y de las medidas punitivas contra la criminalidad que se desenvuelve» en torno a las drogas ilegales «no debe recaer sobre los eslabones más débiles de esta cadena que son los consumidores y los campesinos», expresó el comandante guerrillero Iván Márquez.
Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango, indicó que sería incorrecto erradicar la planta de coca, de uso ancestral en el continente, sino que debe analizarse con detenimiento los otros eslabones del millonario negocio, incluyendo los distribuidores de los países ricos.
«¿Por qué no hay capturas en los Estados Unidos de los capos mafiosos de la distribución de la droga en ese país, que son los que se quedan con la parte del león en el negocio?», manifestó Márquez al ingresar al recinto de diálogo.
Estados Unidos y Europa son los principales mercados de la droga colombiana por lo que para un combate efectivo del negocio ilícito se «requiere acuerdos con la participación de la comunidad nacional e internacional», agregó.
Márquez indicó que debería hacerse un exhaustivo estudio de cómo el narcotráfico permeó «todo el tejido social colombiano, incluyendo al Estado».
Unos minutos después de Márquez, entraron a los mismos salones en el Palacio de las Convenciones los representantes del gobierno, encabezados por Humberto de la Calle y que para este ciclo incorporaron a dos nuevas negociadoras, las abogadas María Paulina Riveros y Nigeria Rentería Lozano.
Las conversaciones de la principal guerrilla colombiana con el gobierno de Santos comenzaron el año pasado, primero en Noruega y luego en Cuba, buscando llegar a un acuerdo de paz que desarticule un conflicto que ya lleva 50 años.
Las partes ya llegaron a acuerdos parciales en dos puntos de la agenda relacionados con el agro y la participación política.
En el intermedio que comenzó a inicios de mes se produjo la revelación de un supuesto plan para atacar al expresidente Álvaro Uribe y al fiscal general Eduardo Montealegre por parte de una columna de las FARC. Uribe es un fuerte crítico al diálogo con la guerrilla.
Desde Colombia el miércoles por la noche, el bloque sur de las FARC desmintió en un comunicado las versiones.
Son «calumnias cuyo objetivo es provocar la ruptura de las conversaciones en La Habana, (en versiones) cocinadas y condimentadas por los círculos militaristas dentro y fuera de la institución castrense», añadió.
Los rebeldes también expresaron sus dudas sobre las supuestas informaciones acerca de que militares encontraron este mes -tras bombardear un campamento guerrillero- un computador del jefe de la Columna Teófilo Forero, Hernán Darío Velásquez alias «el Paisa», y que en el aparato estaba un listado de congresistas que serían secuestrados por esa columna.
El plan de atentado que haría alias el Paisa, cuyas acciones nunca han sido reivindicadas por las FARC, había sido revelado por el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón el 12 de noviembre.
En la jornada y durante un acto en un hospital militar en Bogotá, el ministro Pinzón fue consultado por reporteros sobre el desmentido de las FARC. La historia de la guerrilla, respondió Pinzón, «dice algo muy simple: toda negación de las FARC no es otra cosa que una confirmación de un hecho. Cada vez que han negado algo resulta que es una confirmación porque esa ha sido su manera de ser y de pensar, mentir y mentirle más al pueblo colombiano».
«A veces a uno le da la impresión que estos tipos son como extraterrestres o definitivamente no tienen una conexión con el pueblo colombiano», añadió el ministro, quien desde el gobierno colombiano es la más dura voz contra los rebeldes. En distintas encuestas la popularidad de las FARC se ubica entre 4% y 5%.
No hay una fecha fija para terminar el tercer punto de diálogo, pero las partes reaccionaron en varias ocasiones a las exhortaciones desde Bogotá por una mayor celeridad en el proceso de paz.
Creadas en la década de los 60, las FARC tienen unos 9 mil hombres en armas y son la guerrilla en activo más antigua del continente.