Rodrigo Granda, el denominado «canciller» de las FARC, a quien el gobierno colombiano pretende excarcelar atendiendo una petición de Francia para facilitar un intercambio humanitario, aseguró hoy que sólo trabajará por el canje si el Secretariado (cúpula) del grupo rebelde lo autoriza.
«Frente al planteamiento de (el presidente colombiano) ílvaro Uribe de convertirme en ’gestor de paz’, reitero mi disposición en el sentido que cualquier papel, por modesto que sea, corresponde definirlo al secretariado de las FARC», precisó Granda en un comunicado de nueve puntos.
El jefe guerrillero de mayor rango detenido en Colombia agradeció al presidente francés, Nicolas Sarkozy, las gestiones que adelanta en búsqueda del canje de secuestrados por rebeldes presos en cárceles.
Asimismo, insistió en que un acuerdo con las FARC para que los rehenes recuperen su libertad sólo será posible si se despejan los municipios colombianos de Pradera y Florida (suroeste), petición que Uribe rechaza.
«Con el despeje podría generarse una dinámica que permita el retorno de los retenidos en poder de las partes al lado de los suyos, ganar confianza entre las partes y sentar las bases para posibles diálogos que puedan conducir a una salida política negociada del conflicto social y armado que vive el país», agregó.
Granda fue reconocido este martes por el gobierno colombiano como miembro representante del grupo insurgente para que realice gestiones de paz.
Al respecto, el secretario Jurídico de la Presidencia, Mauricio González, manifestó que Granda cumplirá un papel similar al que realizan los jefes rebeldes del Ejército de Liberación de Nacional (ELN), que fueron liberados para realizar contactos de paz con el Ejecutivo en La Habana.
González explicó que si el decreto es cancelado, el «canciller» de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) tendría que volver a la cárcel.
Según el gobierno colombiano, Granda podrá desplazarse por todo el territorio colombiano y en el exterior para ejecutar gestiones de paz a favor de un acuerdo humanitario con las FARC.
El «canciller» de las FARC fue trasladado ayer de la cárcel del municipio de La Dorada (centro), donde se encontraba detenido, a la sede de la Conferencia Episcopal Colombiana en la capital colombiana, en el marco del proceso de excarcelación de rebeldes que realiza el Ejecutivo colombiano para buscar un acuerdo humanitario.
Para el vicepresidente Francisco Santos la búsqueda de un canje con la organización guerrillera conlleva «riesgos» y admitió que la decisión de excarcelar a rebeldes fue muy «arriesgada» de parte del Ejecutivo.
La designación de Granda se dio en momentos en que se inició el traslado de los 193 ex insurgentes que van a ser excarcelados por el gobierno colombiano. Varios desmovilizados fueron llevados de la cárcel de Chiquinquirá (centro), donde se encontraban detenidos, a un centro vacacional de Chicoral (centro).
Frank Pearl, consejero presidencial para la reinserción, explicó que sólo un grupo de 56 ex rebeldes fue trasladado a Chicoral y que el resto de desmovilizados será llevado a la localidad en el transcurso de esta semana.
Los 193 insurgentes firmaron ayer un documento en que se comprometieron a no volver a delinquir, a desvincularse de las FARC, trabajar por la paz y estar bajo la vigilancia o tutoría de un gobierno extranjero o de la Iglesia católica, a cambio de ser indultados.
Rodrigo Granda, el denominado «canciller» de las FARC.