Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia hicieron hincapié en que el proceso de diálogo de paz no es una capitulación de la organización guerrillera a cambio de promesas del gobierno, y se quejaron de las críticas formuladas por el Ministro de Defensa colombiano, en tanto el presidente Juan Manuel Santos reiteró que se continuará combatiendo a los rebeldes hasta que se firme un acuerdo de paz.
«El proceso ha tenido diferentes momentos, pero es un mismo conjunto que no se puede someter a esquemas tecnocráticos que lo descuarticen en etapas o fases simplistas que den la idea equívoca que de lo que se trata es de un itinerario breve de la capitulación insurgente a partir de promesas insubstanciales del gobierno» comentaron las FARC en un comunicado enviado el hoy a The Associated Press.
En el texto firmado en La Habana, la delegación de las FARC agregó que el proceso de diálogo en camino tampoco puede dar «la idea equívoca…que el régimen terrorista que impera comenzará a cambiar como por arte de magia al instante en que se coloquen los fusiles ‘en el cuarto de San Alejo» o una frase que en Colombia significa un cuarto que no se usa.
El gobierno del presidente Santos abrió formalmente el 18 de octubre en Oslo, Noruega, la mesa para los diálogos de paz con las FARC y fijaron para el próximo 15 de noviembre la continuación de las conversaciones en La Habana.
Las negociaciones comenzaron sin un alto al fuego entre las partes.
En Bogotá y en su discurso por el 121 aniversario de la Policía Nacional, Santos reiteró que la orden a las fuerzas militares y de policía es mantener la ofensiva contra las guerrillas y las bandas de criminales y de narcotraficantes.
«No vamos a descansar hasta que todos estén en una celda o en una tumba…», dijo el gobernante, y añadió que los militares y policías «no van a bajar la guardia un solo minuto».
Santos habló ante la presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla y el mandatario de Honduras, Porfirio Lobo, que asistieron al acto debido a que sus países han recibido la colaboración policial colombiana para reorganizar sus respectivos cuerpos de orden público y combatir la criminalidad.
Las «instrucciones a nuestras fuerzas son claras y contundentes: aquí no hay ningún tipo de contemplación. Hemos ofrecido un diálogo (de paz), un diálogo sincero y generoso, pero hasta que lleguemos a un acuerdo –y si hay voluntad, yo creo que podamos llegar a un acuerdo pronto– pero mientras tanto la contundencia de nuestras fuerzas militares no solamente continuará, sino se doblará», destacó el mandatario.
Aseguró que sólo en las últimas 48 horas en distintos operativos de la fuerza pública murieron seis guerrilleros, tres de ellos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda fuerza insurgente colombiana.
Desde la formalización de las negociaciones el 18 de octubre en Oslo y hasta ahora, al menos 15 militares y policías han muerto en distintos ataques atribuidos por las autoridades a las FARC.
«Y así será todos los días, todos los días, siete días de la semana, todas las semanas. Vamos a continuar dando golpes porque esa es la instrucción clara y perentoria a nuestras fuerzas», dijo Santos frente al campo de parada de la escuela de formación de oficiales de la policía.
El gobernante ha dicho que no habrá un cese al fuego porque eso debe ser parte de un acuerdo final y que ponga fin al conflicto armado interno, de casi 50 años.
Las FARC manifestaron en su comunicado que «no debería colocarse como estorbo (en las negociaciones), por ejemplo, eso de hacer pender amenazas sobre el proceso, pues su inicio y permanencia no se deben ver como si se tratara de una concesión ni como expresión de debilidad de alguna de las partes. Parafraseando a Cervantes, cuando lo perros ladran, efectivamente es ello señal de que se cabalga, pero poco aportan los ladridos feroces que salen del ministerio de la Defensa, en la sostenibilidad de este fundamento». El grupo insurgente no indicó qué declaraciones del ministro de Defensa consideran como «ladridos feroces».
Las FARC reiteraron que no llevarán una «agenda paralela» al diálogo que comenzará en la capital cubana e informaron que harán público un comunicado semanal.
«Nos iremos pronunciando cada semana tratando de responder con precisión a las inquietudes que se nos plantee» señaló la nota.
Después de que las partes se reunieron en secreto durante meses en Cuba, el 26 de agosto acordaron una agenda que contempla desde discusiones sobre problemas agrarios hasta el resarcimiento a las víctimas del conflicto que cumple más de cinco décadas. Esta etapa fue dada a conocer tanto por Santos como por las FARC a comienzos de septiembre.
Para las negociaciones la delegación del gobierno es encabezada por el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, en tanto que Iván Márquez, número dos de las FARC, está al frente de la delegación de la guerrilla.
Cuba y Noruega son los garantes del proceso. En tanto, Venezuela y Chile figuran como acompañantes.
Creadas a comienzo de la década de los 60, las FARC son la organización guerrillera más antigua del continente y se estima que actualmente cuentan con unos 9.000 combatientes.