FAO quiere rescatar a unas 18 mil alpacas


Las alpacas son fundamentales para los territorios andinos, ya que son capaces de cargar pesados bultos en espacios pequeños y elevados, como los senderos de las elevadas montañas.

La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) decidió intervenir de forma «urgente» para salvar a unas 18 mil alpacas del distrito de Pilpichaca en Huancavelica, Perú, enfermas por la ola de frí­o.


En un comunicado, divulgado ayer en Roma, la FAO anunció que suministrará de forma urgente 36.800 dosis de antiparasitarios y antibióticos a los «camélidos andinos que están enfermos y débiles debido a los efectos de lo que comúnmente se conoce como friaje».

El friaje es una combinación de bajas temperaturas fuera de estación, heladas agronómicas, nieve y granizo que daña los cultivos y pastos en las zonas altas andinas, explicó Marc Vandersmissen, coordinador de emergencias de FAO en Perú.

«Los daños que ocasiona el friaje son devastadores para los pequeños agricultores que aún no han cosechado sus cultivos, y sobre todo, para los alpaqueros de las zonas altas andinas», sostiene la entidad de Naciones Unidas.

En dichas zonas, el tiempo disponible para cultivar es corto, con dí­as precisos en los que el agricultor siembra y cosecha para poder obtener alimentos para su familia.

«Debido a los efectos del cambio climático, los patrones tradicionales están variando, impidiendo al campesino un estimado correcto sobre cuándo sembrar y cosechar, pues las heladas se adelantan o las lluvias se atrasan», denuncia la agencia especializada.

Los cultivos, y sobre todo, los pastos de los que dependen llamas y alpacas se han afectado, lo que llevó al gobierno peruano a declarar en junio el estado de emergencia en 11 regiones de las 25 que componen Perú.

Las dosis de antiparasitarios, vitaminas y antibióticos empezaron a ser suministradas por expertos de la FAO en colaboración con los técnicos de campo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) y de las direcciones de Agricultura Regionales.

Los camélidos beneficiados pertenecen a pequeños ganaderos que habitan las zonas alto andinas y que no tienen otro modo de vida que la crí­a de alpacas y ovejas.

A partir de los 3.800 metros de altitud, las comunidades dependen de sus alpacas y de los pastos naturales que las alimentan y si los pastos se destruyen por el friaje, esto significa la muerte para muchos animales y por ende, la destrucción de los medios de vida de los más pobres, explicaron los expertos.

«Al quedar los camélidos andinos sin alimento durante varios dí­as, se debilitan y se vuelven más proclives a las enfermedades», contó Vandersmissen.

Una primera campaña para salvar a las alpacas se efectuó del 14 al 19 de julio en las comunidades de Llillinta, Antacancha, Cacuya, Pichcahuasi, Pueblo Nuevo, Ingahuasi y Pelapata en la región andina de Huancavelica.

La intervención urgente de la FAO cubre al 50% de la población animal, estimada en 35 mil cabezas de alpacas, llamas y ovinos, beneficiando a más de 200 familias vulnerables.

La FAO alertó igualmente sobre el peligro, a partir de septiembre, del incremento de mortandad y morbilidad de los camélidos en zonas alto andinas de la sierra central y sierra sur del Perú, donde la explotación de camélidos sudamericanos depende de pastos naturales que han sido severamente afectados por este friaje.

Los expertos de Naciones Unidas están evaluando la situación en los cinco departamentos más afectados, y han solicitado fondos de emergencia a los donantes para evitar la destrucción de los modos de vida de los alpaqueros alto andinos en Perú.