Guatemala tiene muchísimas familias en extrema pobreza, cuya situación se ve agravada por desnutrición, hospitales públicos sin medicinas ni recursos para operar, por un sistema educativo catalogado como uno de los peores del mundo, violencia galopante, impunidad de casi el 100%. Qué fácil es ser político y hablar de Mi Familia Progresa. Lo que los políticos no dicen es que decir Mi Familia Progresa es decir la familia de muchos corruptos gobernantes y sus amigos. Un sencillo ejemplo, la familia de Alfonso Portillo quien está siendo procesado por muchas decenas de millones que ayudaron a que su familia progresara durante su paso por el gobierno.
alfonso.carrillo@meimportaguate.org
¿Cuántos niños hay huérfanos de choferes de buses de camioneta cuyos asesinatos quedarán impunes? Cabezas de niños sin cuerpo. Calles con hoyos, colapsadas. En el otro lado del espejo, las familias que progresaron en cuatro años, las familias de muchos funcionarios y empleados públicos del gobierno de ílvaro Colom. Casas, carros, cargos de cónsul honorario, que miseria.
Está de moda que los políticos ofrezcan los programas sociales, se hagan alianzas para prometerlos, o se ofrezcan en paquete junto con espejitos de bonificación. ¿Quién realmente progresa? ¿Los que reciben el servicio o quienes lo ofrecen?
Entre el año 2001 y 2011, muchas familias progresaron con fraudes al erario público y malversación de fondos, por más de 2,800 millones de quetzales. ¿Cuántos de esos fueron a parar a las bolsas de algunos funcionarios de gobierno, sus amigos o compinches?
¿Por qué es TAN importante para el gobierno de turno, y sus nuevos aliados, que el programa “MI FAMILIA PROGRESA†continúe?
Me refiero a que la familia de los funcionarios y sus amigos progrese, programas como “ser diputado, tener mis obras y obras para aquellos que me conviene o me interesa, no sujetarse a la ley, ni a los procedimientos que ésta señala para la formación de presupuestos y ejecución de la obra públicaâ€; o también el programa de “ser Presidente (o “ex esposa del Presidente†en cualquier caso) y maquinar aparente inversión pública que no puede ser medida o sus resultados son inexistentesâ€. Mientras las familias de muchos funcionarios corruptos sigan progresando, Guatemala seguirá siendo líder en pobreza, desnutrición, pésima educación, violencia, impunidad, entre muchas otras.
Las familias de algunos gobernantes progresan
Pareciera que trabajar en gobierno es sinónimo de elevación en categoría, como si fuera uno de esos programas de puntos en las tarjetas de crédito, donde cada punto es un millón de quetzales para que su familia progrese. Se toman el millón de quetzales con total impunidad como si no tuvieran responsabilidad alguna. Algunas de las “tarjetas†que más puntos “pagan†son las Alcaldías, el Congreso, el Ejecutivo y sus Ministerios, las ONG y por supuesto el narcotráfico.
Los diputados por ejemplo, a pesar de tener prohibiciones constitucionales la violan y no sufren castigo alguno por ello. En la visión de muchos diputados, ellos no tienen limitación para usar el tráfico de influencias para obtener las obras que buscan en el Listado Geográfico de Obras. Diputados que piensan que tampoco tienen limitación para usar y abusar de la información privilegiada que tienen para beneficio personal y asignar esas obras a ONG de su interés. Más del 80% de la obra pública se ejecuta por excepción y no por los procedimientos que deberían ser, de licitación. ¿Cuál es el resultado? Muchas personas se enriquecen ilícitamente y sus familias progresan. Como por ejemplo el recién “graduado†Carlos Kuylen, quien es investigado por la malversación de más de 166 millones de quetzales los cuales recibió a través del CODEDE de Petén, hacia varias ONG en el mismo departamento y hoy pasa a integrar una curul por el Petén para el partido Lider.
El gabinete del expresidente Portillo es un ejemplo claro de este tipo de programas de beneficencia social, desde el Presidente y Vicepresidente, hasta algunos de sus exministros como de la Defensa y Finanzas, están enfrentando a la justicia. ¿Podrá la justicia encontrar las mismas deficiencias y errores a otros que fueron más astutos aún y disfrazaron mejor sus programas sociales, como programas sociales más complejos? Con estos programas la familia de Guatemala recibe pobreza.
¿Señor lector, sabe cuántos ciudadanos han muerto en la espera de hospitales públicos por la falta de recursos idóneos? ¿Progresó alguna familia vecina a usted en estos cuatros años? ¿Los que progresaron eran parientes o amigos de algún político? Participe, denuncie y vote, batallemos la corrupción y ayudemos a sacar de la pobreza a tanto guatemalteco. Llene el formulario en internet del ministerio público www.mp.gob.gt/contactenos/ o si prefiere escribanos denuncias@meimportaguate.org