Falta de información bancaria impide tomar mejores decisiones


Luis Roberto Cajas, A-1 42298, luisrcajas@yahoo.com

Si los consumidores de los servicios bancarios tuvieran información completa, de cada uno de los bancos, que pudiera ser interpretada fácilmente por cualquier persona, sin importar su nivel de educación, estarí­a en capacidad de tomar las mejores decisiones en cuanto a nivel de riesgo y nivel de rentabilidad que estuvieran dispuestos a asumir a la hora de invertir sus ahorros. La anterior situación está lejos de ser la que prevalece en el mercado financiero guatemalteco, lo que tenemos es información incompleta, asimétrica y difí­cil de interpretar, lo cual provoca que se dé el fenómeno conocido en economí­a como selección adversa, la cual impide que los recursos financieros se estén asignando óptimamente. La anterior es una falla de mercado, siendo esta más visible en los seguros así­ como también en el mercado financiero. Para corregir esta falla el Estado interviene con su capacidad reguladora, pero en el caso de Guatemala, no ha funcionado adecuadamente, lo cual demuestra que la Superintendencia de Bancos no está cumpliendo a cabalidad una de las funciones que deberí­a de realizar eficientemente para proteger a los inversionistas, y de ello podemos dar cuenta con los problemas surgidos en el Bancafé y últimamente en el Banco de Comercio. No es posible que los guatemaltecos escojan «X» o «Y» banco, al momento de abrir una cuenta de depósitos, llevados por la intuición, o por percepciones manejadas por la publicidad, si lo que están poniendo en juego son los ahorros de toda su vida. La información proporcionada por los bancos es abundante y compleja para el ciudadano común y corriente, por ello sugiero que la Superintendencia de Bancos interpreten y traduzcan toda esta información a un lenguaje comprensible para cualquier guatemalteco.

Esperamos que las administraciones de los bancos actúen con ética proporcionando información verí­dica y oportuna a la Superintendencia de Bancos, y que los accionistas de estos realicen negocios con dinero ajeno, con un riesgo que esté acorde a la tasa de rendimiento que ofrecen a los inversionistas, para evitar que este caiga en selección adversa, a la hora de elegir en qué banco invierte.

El Ministerio Público deberí­a de actuar de acuerdo a la ley, para acusar a quien esté estafando al público. Las pérdidas las siguen pagando todos los guatemaltecos, mientras que las ganancias se privatizan, los culpables siguen libres, los banqueros arriesgan más de lo necesario, el dinero de los depositantes, el riesgo moral aumenta entre estos empresarios, a sabiendas de que siempre va haber alguien que responda por sus errores.