Falta de fondos cambia al centro cultural hispano en Nuevo México


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En el Centro Nacional de Cultura Hispana de Nuevo México Linda Ronstadt cantó «Desperado» al senador John Kerry en 2004, el actor Cheech Marin presentó su muestra itinerante de arte chicano y el novelista Rudolfo Anaya enseñó a escribir a decenas de personas.

Por RUSSELL CONTRERAS ALBUQUERQUE / Agencia AP

Desde hace casi 12 años el centro ha recibido a artistas latinos de todo Estados Unidos y el continente americano promoviéndose como un lugar único en el que la comunidad hispana puede disfrutar del arte e investigar sobre sus orígenes.

Pero ante la economía desfavorable y los recortes de fondos para los museos decididos por los legisladores de Nuevo México, el centro en Albuquerque ha tenido que implementar medidas estrictas para reducir costos.

La institución también ha sufrido una caída en la donación de fondos de parte de fundaciones y recientemente tuvo que cerrar el restaurante que albergaba.

A pesar de todo, está logrando salir a flote con un personal reducido y más exposiciones de artistas de Nuevo México, dijo Gary Romero, director ejecutivo interino del centro.

La asistencia a las presentaciones se mantiene constante y el centro está asociándose con más grupos privados para financiar proyectos, agregó.

«Nuestro personal se ha vuelto muy creativo», dijo Romero. «Estamos usando más artistas locales para que los costos sean mínimos y no nos hemos apresurado en retirar las colecciones permanentes. Hasta ahora esto ha funcionado».

Según cifras estatales el centro tuvo un presupuesto de 2,8 millones el año pasado, una caída bastante pronunciada con respecto a los cuatro millones que tuvo en 2008. El financiamiento estatal se redujo cerca de 400.000 dólares en ese periodo.

Además, la Fundación del Centro Nacional Hispano sólo pudo recaudar 150.000 dólares el año pasado. En 2008, la fundación aportó 900.000 dólares al centro.

Como resultado de la caída de los fondos, el personal pasó de 32 empleados a 25. El centro ya no absorbe los gastos de los artistas y recurre a los promotores que asumen esos costos. Las presentaciones se han limitado a los martes, jueves y sábados para controlar las finanzas.

Su restaurante, La Fonda del Bosque, el cual era operado por la fundación, cerró y ahora está en busca que un restaurante privado llegue al local.

Todas las medidas se tomaron para mantener las operaciones del centro en un nivel respetable, dijo Christopher Saucedo, presidente de la junta directiva del Centro Nacional de Cultura Hispana.

El personal ha hecho un gran trabajo para sobrevivir a la falta de fondos y para mantener un buen nivel en su oferta, dijo Saucedo, quien agregó que la institución tiene cerca de 200 voluntarios.

El centro no es la única organización cultural latina que enfrenta dificultades económicas en Estados Unidos.

El Museo del Barrio en Nueva York redujo su personal el año pasado tras un recorte de presupuesto y la caída en el apoyo privado. El Centro de Artes Culturales Guadalupe en San Antonio también ha sufrido recortes de presupuesto y empleos en los últimos años.

Romero dijo que es difícil comparar al Centro Nacional de Cultura Hispana con otras organizaciones culturales pues es más que un museo o centro para espectáculos. También tiene una biblioteca genealógica y cultural, así como un instituto de enseñanza de español.

El centro se inauguró en el 2000 con un costo de 56 millones de dólares y una gran fanfarria tras más de 20 años de trabajo de activistas. Está ubicado en la ruta conocida como «Camino Real», que los exploradores españoles usaban para viajar entre la Ciudad de México y Santa Fe. En su momento las autoridades trabajaron para que fuera una de las principales atracciones turísticas del estado.

Pero desde entonces ha pasado por nueve directores.

A pesar de esto el centro ha llamado más la atención a nivel nacional, especialmente entre los artistas y escritores. La novelista Sandra Cisneros creó una exposición del «Día de Muertos» y la cantautora mexico-estadounidense Lila Downs ha usado el espacio para grupos de ópera.

Por ahora la fundación del centro está en medio de un cambio de integrantes.

Saucedo dijo que la junta directiva está a punto de buscar un nuevo director ejecutivo.

«No corremos el riesgo de cerrar», dijo. «Estamos lejos de eso y vamos a salir de esta situación más fortalecidos».