---

Según un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en el marco del Día Mundial del Agua, a casi cuatro años de que se cumpliera la meta de los ODM y después que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara el acceso al agua como un derecho humano, más de 7 millones de personas, en su mayoría pobres, aún carecen del vital líquido.

Las estimaciones de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que en el mundo hay 768 millones de personas sin acceso al agua potable y debido a ello cada año se enferman y mueren cientos de miles de niños y niñas.

UNICEF calcula que 1 mil 400 menores de cinco años mueren diariamente por enfermedades diarreicas relacionadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene.

A decir de Sanjay Wijesekera, jefe de los programas mundiales de agua, saneamiento e higiene de UNICEF, toda niña o niño, ya sea rico o pobre, tiene derecho a la supervivencia, la salud y a su propio futuro, además destacó que el mundo no debería descansar hasta que todos los infantes, mujeres y hombres cuenten con el acceso al agua y al saneamiento que les corresponde por tratarse de un derecho humano.

Según Wijesekera, lo que resulta sorprendente y hasta ofensivo es que aún en los países de ingresos medianos hay millones de personas pobres que no cuentan con agua potable, por lo que se deben orientar los esfuerzos a los grupos marginados y con frecuencia olvidados.

Finalmente, UNICEF destacó que las niñas y las mujeres sufren de manera desproporcionada las consecuencias de la falta de acceso al agua potable y se estima que sobre ellas recae el 71 por ciento de la carga que representa recoger agua para el consumo.

La meta del agua potable estipulada en los ODM se conquistó y superó en 2010, cuando el 89 por ciento de los habitantes del mundo contaba con acceso a fuentes mejoradas de agua potable.