Falsedades en guí­as de viajes


Lonely Planet, cuyas guí­as de turismo constituyen la brújula de muchos viajeros que parten a la aventura, se ha visto obligada a revisar tres de sus ediciones para las Américas, después de que uno de sus colaboradores admitiera en un libro haberse inventado secciones enteras de la guí­a sobre Brasil.


La editorial examinará el contenido de las guí­as de Chile Patagónico, América del Sur y las Islas del Caribe en las que colaboró Thomas Kohnstamm, el hombre que ha confesado haber violado las reglas de la compañí­a para la edición de Brasil.

Piers Pickard, un responsable de Lonely Planet, defendió que en los tres libros «el contenido que aporta (Kohnstamm) es muy minoritario», pero como él mismo «ha cuestionado la integridad» de su aportación, se está haciendo «una revisión completa».

Varios autores han sido enviados a los paí­ses concernidos. «Están verificando todo lo que Thomas escribió y, basándonos en sus conclusiones, haremos todo lo necesario para corregir cualquier inexactitud», dijo Pickard.

La manera en que Kohnstamm ha decidido destapar su actuación es también relevante. El colaborador ha escrito un libro, que todaví­a no ha salido a la venta, en el que explica cómo inventó, copió, plagió y hasta vendió drogas para compensar una remuneración insuficiente mientras trabajaba en la guí­a de Brasil.

Incluso asegura que trabajó en la edición de Colombia sin poner un pie en ese paí­s.

«Escribí­ ese libro en San Francisco», indicó el autor al rotativo australiano Sunday Telegraph. «Obtuve la información de una chica con la que salí­a, una funcionaria del consulado colombiano».

«No pagan lo suficiente teniendo en cuenta lo que esperan de sus autores», protestó Kohnstamm.

Pero Pickard sostiene que nunca se previó que su colaborador fuera a Colombia puesto que únicamente estaba encargado de escribir el capí­tulo sobre la historia del paí­s.

«El chico tiene un máster en estudios sobre América Latina, estudió la historia y la cultura de Colombia. Creí­mos que era un experto», alegó.

«Otros dos autores fueron pagados para viajar a Colombia y escribir la guí­a. Hicieron el trabajo normal que esperamos de nuestros colaboradores, que consiste en visitar cada hotel, restaurante y lugar de interés».

Este responsable de Lonely Planet aseguró además que el libro de Kohnstamm «Â¿Do travel writers go to hell?» (¿Los autores de viajes van al infierno?) está basado en su trabajo realizado para la guí­a de Brasil de 2005, que fue sustituida y actualizada por una nueva versión en 2007.

«Todo lo que denuncia en el libro es una representación inadecuada de cómo trabajan los autores y qué se escribe en nuestras guí­as», deploró.

«Sobre el tema de la remuneración, somos los lí­deres de la industria, puesto que exigimos el mejor contenido y por lo tanto pagamos para contar con los mejores autores», defendió Pickard.

Las guí­as Lonely Planet, conocidas también como «la biblia de los mochileros», nacieron hace más de 30 años de la mano de los australianos Tony y Maureen Wheeler, que empezaron publicando una lista sobre informaciones útiles después de un viaje por Europa, Asia y su tierra natal.

La empresa, basada en Australia, fue vendida el año pasado a la británica BBC Worldwide y cuenta actualmente con más de 500 tí­tulos sobre paí­ses de todo el mundo.