Falleció coreógrafa y bailarina Pina Bausch


La coreógrafa y bailarina alemana Pina Bausch, fallecida de cáncer ayer a los 68 años, es considerada no solamente como la gran figura de la danza expresionista alemana, sino también como una de las principales coreógrafas contemporáneas.


«Pina Bausch falleció ayer durante la mañana (en el hospital), de una muerte repentina y rápida, cinco dí­as después de que se le diagnosticara un cáncer», anunció la portavoz del Tanztheater, Ursula Popp, en un comunicado.

«El domingo pasado todaví­a estuvo en el escenario, junto con su compañí­a, en la ópera de Wuppertal», destacó.

Pina Baush, cuyo verdadero nombre era Josephine Bausch, nació en Solingen, Renania del Norte, Westfalia (oeste), el 27 de julio de 1940. Creció en el pequeño hotel restaurante de sus padres.

A los 14 años entró a la escuela de Folkwang de Essen (oeste), bajo la dirección del coreógrafo Kurt Jooss, uno de los fundadores de la «Ausdruckstanz», que combina el movimiento, la música y elementos de arte dramático, cuyo diploma obtuvo en 1958.

Entre 1959 y 1962 continuó su formación en la Juilliard School of Music de Nueva York con profesores prestigiosos como Anthony Tudor, José Limón y Mary Hinkson. Pina Baush fue contratada luego por el New American Ballet y el Metropolitan Opera de Nueva York.

Al regresar de Estados Unidos fue miembro del nuevo ballet Folkwang, en el cual firmó su primera coreografí­a, «Fragmento», basada en una música del compositor húngaro Bela Bartok, en 1968.

Un año después fue nombrada directora artí­stica, además de su trabajo de coreógrafa y bailarina.

Desde 1973, Pina Bausch dirigí­a en la cuenca industrial del Ruhr la compañí­a-ballet Tantztheater Wuppertal, que tuvo un enorme éxito internacional.

Era invitada regularmente en el extranjero. Desde hací­a 30 años, cada temporada era la estrella del Théí¢tre de la Ville de Parí­s, donde se agotaban las entradas cada vez que bailaba el Tanztheater Wuppertal.

En 1998 Pina Bausch organizó por primera vez una «Fiesta en Wuppertal» con amigos y artistas del mundo entero para celebrar los 25 años de su compañí­a.

Paralelamente a su trabajo creativo, Pina Bausch interpretó un papel en el filme del director italiano Federico Fellini «E la nave va» («Y la nave va») en 1982, y repitió la experiencia en el largometraje del director de cine español Pedro Almodóvar «Habla con ella», en 2001.

Pina Bausch dirigió una pelí­cula titulada «La queja de la emperatriz» en 1990.