Pistoleros mataron a tiros a 11 personas, en su mayoría cristianos, en el centro de Siria, dijeron hoy la agencia de noticias estatal siria y un grupo de activistas.
BEIRUT /Agencia AP
Un residente del área del dijo que los atacantes abrieron fuego al azar en las calles mientras cristianos celebraban un festival. El testigo habló a condición de anonimato por temor a represalias.
La agencia de noticias SANA describió el ataque como una «masacre» y dijo que había mujeres y niños entre los muertos.
Pero los activistas dijeron que muchos de los muertos eran extremistas a favor del gobierno que comandaban puestos de control.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que nueve de los muertos eran cristianos. Agregó que rebeldes atacaron retenes colocados por la milicia pro gobierno Fuerzas de Defensa Nacional, matando a cinco de ellos. Dijo que los otros seis muertos eran civiles, incluyendo dos mujeres.
Los cristianos, que representan alrededor del 10% de la población de Siria, dicen que son particularmente vulnerables a la violencia que azota el país de 22 millones de personas. Señalan que temen quedar atrapados en el fuego cruzado entre grupos islámicos rivales.
Muchos rebeldes, en su mayoría sunitas, consideran a los cristianos partidarios del régimen del presidente Bashar Assad. El régimen es dominado por miembros de la minoría a la pertenece Assad, la secta alawita, una rama del chiísmo, y miembros de otras minorías religiosas lo consideran un baluarte contra extremistas entre la mayoría suní.
SANA dijo que el ataque ocurrió después de la medianoche del sábado en una carretera que une los pueblos cristianos de Ein al-Ajouz y Nasrah, en la provincia central de Homs.
El testigo dijo que muchos de los muertos eran refugiados de la ciudad central de Homs, que ha sido escenario de fuertes combates entre rebeldes y el gobierno en los últimos dos años. Decenas de miles de cristianos abandonaron distritos en el centro de la tercera mayor ciudad siria a causa de los combates.
Ataques contra cristianos no han sido inusuales en Siria desde el estallido de la crisis. Dos obispos fueron secuestrados en áreas rebeldes en abril y el sacerdote jesuita italiano Paolo Dall’Oglio desapareció el mes pasado durante un viaje a la ciudad nororiental de Raqqa, en poder rebelde.
El conflicto sirio comenzó en marzo del 2011 como protestas pacíficas contra el gobierno, y derivó más tarde en una guerra civil que ha dejado más de 100.000 muertos.