Mijaíl Kalashnikov, cuyo trabajo como diseñador de armamento para la Unión Soviética ha quedado inmortalizado en el nombre del arma de fuego más popular del mundo, murió hoy a los 94 años.

El AK-47 —siglas de «Avtomat Kalashnikov» y el año que comenzó a producirse— es el favorito de guerrillas, terroristas y los soldados de muchos ejércitos. Hay aproximadamente 100 millones de ejemplares dispersos por el mundo.

Falleció en un hospital de Izhevsk, la capital de la república de Udmurtia en la que vivía, dijo Viktor Chulkov, portavoz del presidente de dicha república.

Con frecuencia Kalashnikov decía no sentirse compungido por su contribución al derramamiento de sangre.

«Duermo bien. La culpa es de los políticos, por no lograr llegar a un acuerdo y recurrir a la violencia», afirmó en 2007.