¿Cómo puede medirse la calidad de vida? Para numerosas personas consiste en ganar mucho dinero, comer bien todos los días, estar en magníficas condiciones de salud, ser miembro de una familia integrada, vivir tranquilamente, disfrutar de un buen trabajo, ser ejecutivo y mejor si el socio principal de una empresa. Pero una encuesta levantada en todo el mundo por la compañía norteamericana Mercer´s Studies, tomó en consideración los siguientes factores, entre otros, que inciden en la calidad de vida:
Ambiente político y social, que contiene elementos referidos a legalidad, estabilidad política e índices de criminalidad. Ambiente económico, que se refiere a los servicios bancarios, tasas de interés, tipo de cambio y creación de empleos. El ambiente socio-cultural, que incluye libertad de expresión y de manifestación, y grados de censura en los medios.
También tomó en cuenta los servicios de higiene y salubridad, tales como servicios médicos, enfermedades prevalecientes, tratamiento de residuos, grados de contaminación. El ambiente de educación implica acceso a la misma, educación globalizada y disponibilidad de becas. Otro factor es el de servicios públicos y transporte (agua potable, electricidad, congestionamiento vial), las recreaciones y entretenimientos, que incluye fomento del arte, la cultura y del deporte, restaurantes y salas de cine.
 Además, la investigación observó lo relativo a bienes de consumo, como acceso a comida de calidad, adquisición de automóviles y de ropa. Otro factor es atinente a la vivienda digna, servicios de mantenimiento y mobiliario, y el factor del ambiente natural, como el respeto por la ecología, el clima, el nivel de riesgo por desastres naturales y medidas de prevención. La encuesta se efectuó en 215 ciudades de los cinco continentes y cualquiera podría pensar que urbes de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Italia, España e Italia se ubicarían entre los primeros lugares. No es así. Por ejemplo, Nueva York ni siquiera figura entre las primeras 20 ciudades con mejor calidad de vida, como tampoco Londres, París, Madrid ni Roma.
 Zurich, en Suiza, ocupa el primer lugar y le siguen Viena (Austria), Ginebra (Suiza), Vancouver (Canadá), Auckland (Nueva Zelanda), Dusseldorf, Munich y Frankfurt (Alemania), Berna (Suiza) y Sydney (Australia). Entre las 20 ciudades con mejor calidad de vida se encuentran 13 urbes de Europa: 4 de Alemania, 3 de Suiza, 1 de Dinamarca, 1 de Holanda, 1 de Bélgica, 1 de Luxemburgo y 1 de Suecia. También 4 ciudades de Oceanía: 2 de Nueva Zelanda y 2 de Australia, y 3 ciudades de América, las tres en Canadá.
Curiosamente, ni una ciudad de Estados Unidos, Japón y China, las tres primeras potencias económicas no están entre esas 20 urbes. ¿Será que el dinero y la economía no lo es todo? Se preguntan investigadores de la empresa Mercer´s Studies. ¿Qué han hecho diferente los alemanes, suizos, canadienses y australianos? ¿Será la educación formal? ¿La educación cívica? ¿O el respeto a la libertad del prójimo, la tolerancia social y de convivencia entre distintas razas, sociedades, religiones o preferencias sexuales?
 La compañía encuestadora lanza otras preguntas, tales como ¿será posible que la calidad de vida de las ciudades mencionadas llegue alguna vez a los países en desarrollo? Y cuando se habla del desarrollo económico de Estados Unidos, Japón y China ¿esas naciones no se habrán olvidado del lado humano por el puramente económico? ¿Hacia dónde se encamina América Latina (incluyendo Guatemala) si sigue el modelo norteamericano y se mantiene esa dependencia económica, política, social hasta cultural? ¿Hacia dónde nos encaminamos como Humanidad con el modelo neoliberal egoísta y codicioso, en el que unos cuantos son dueños del 80 % de la riqueza mundial?
   (El investigador Romualdo Tishudo cita a Confucio: -Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae).