Fachadas detrás de la comercialización de celulares de dudosa procedencia


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La compra y venta de celulares robados se realiza tras la fachada de negocios populares como tiendas, servicios sanitarios o kioscos de reparación de móviles ubicados en mercados de la Capital, de tal manera que el negocio que ocasiona muertes y asaltos pasa desapercibido para las autoridades, mientras que las bandas dedicadas al robo de los teléfonos continúan operando principalmente en las zonas 1, 3, 9 y 10.

POR REDACCIÓN LA HORA 
lahora@lahora.com.gt

Para investigar los ilícitos, un periodista consultó en voz baja a comerciantes del mercado La Presidenta, ubicado en la zona 1 capitalina, sobre dónde se podrían comprar “teléfonos buenos, pero baratos” y quienes respondieron coincidieron que en un local de la avenida Bolívar se encuentra “un grupo de jóvenes” que los vende.

Efectivamente, en la dirección proporcionada se encuentra una tienda y en el interior había un grupo de cinco personas –tres hombres y dos mujeres–, a quienes se les consultó si conocían a alguien que vendiera los teléfonos. “¿Es para vos?, ¿qué teléfono buscas?, ¿cuánto dinero traes?”, preguntaron.

Tras convencer al negociador del interés para comprar, éste mostró un smartphone –teléfono inteligente– que podría costar Q600 y dijo que el chip sería compatible para cualquiera de  las tres empresas telefónicas que presentan el servicio en el país.

Debido a que el supuesto comprador dijo que buscaba un precio más “cómodo”, uno de los vendedores –un joven de aproximadamente 22 años– se acercó y escribió su número en un papel y dijo: “Si querés llamame y te voy a conseguir uno más barato, pero no puedo asegurarte cuando te lo puedo dar. Luego se despidió y atendió al siguiente cliente, un automovilista quien días antes había solicitado su “encargo”.

Pocos se imaginarían que un grupo de jóvenes y adultos dentro de una tienda, sin nombre, podría dedicarse a la venta de teléfonos de dudosa procedencia.  El móvil mostrado a reporteros de La Hora, aún tenía un fragmento de cabello largo y lacio, presumiblemente de una mujer.

“QUEMAR LA PLACA”
Al final del Mercado San Martín, en la zona 6, a inmediaciones de la línea del tren, se instalan varios puestos de ventas; de estos llaman la atención los letreros con el rótulo “se reparan teléfonos” y “servicio sanitario”, y justamente enfrente se encuentran comerciantes que guardan los móviles en bolsas de plástico negro o en los bolsillos de su camisa o pantalón, pero están anuentes a ofrecer “buenos y baratos” teléfonos.

Si bien, estos celulares parecen ser menos sofisticados que los encontrados en las cercanías del Mercado La Presidenta, tampoco se quedan atrás; los precios oscilan entre Q250 y Q500, aunque por “encargo” se pueden obtener “más modernos”.

Uno de los vendedores indicó a un periodista que con gusto podría “ofrecer” un celular sofisticado, pero el comprador tenía que esperar por lo menos una semana, porque necesitaba “quemar la placa” de varios de los celulares que tenía en “inventario”.

“¿CUÁNTO OFRECE?”
A finales del mes de octubre, El Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) realizaron un operativo en el Mercado El Guarda, en la zona 11, donde detuvieron a dos personas e incautaron por lo menos 150 teléfonos de dudosa procedencia. A pesar de esa acción, los comerciantes continúan con la exhibición de móviles en la calle, sin ninguna reserva.

En el recorrido por el mercado se observan al menos cuatro puntos de venta de celulares “usados”, donde es evidente la competencia de los vendedores, que preguntan a los potenciales compradores “cuánto ofrece” por su mercancía.

El costo es muy bajo aun cuando se trata de teléfonos sofisticados, los cuales pueden ser rebajados hasta en Q450.  Aunado a esto se encuentra otro servicio, “el flasheo” de celulares.

CAMBIO DE ESTRATEGIA
Tras el desalojo –en febrero pasado– de los vendedores de celulares del mercado conocido como La Placita Quemada, ubicado en la 21 calle, entre cuarta y quinta avenida de la zona 1, donde se vendían y exhibían celulares robados sin ningún problema, los comerciantes de estos aparatos se trasladaron a otros mercados del país, según lo han constatado las autoridades.

Según investigaciones de la Fuerza de Tarea contra Robo de Celulares, este año se han realizado varios operativos en los mercados El Guarda, en la zona 11; San Martín, en la zona 6 y La Florida, zona 19,  y se investigan las nuevas modalidades de otros grupos que operan en la zona 1, debido a que en estos lugares se concentra la comercialización de teléfonos.

De acuerdo con investigadores consultados, en lo que va del año se han capturado a 135 personas por comercializar teléfonos de dudosa procedencia.

El procedimiento para confirmar la sospecha de un teléfono robado consiste en revisar cada móvil e ingresar el número de registro de Identidad Internacional de Equipo Móvil (en inglés, IMEI) a una base de datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones a la que se tiene acceso, o bien, conocer la solvencia a través de las denuncias que se han interpuesto con los entes pertinentes –MP y PNC- aunque esto tampoco es una garantía, pues no todas las personas denuncian el robo, refiere la fuente entrevistada.

Por aparte, Luis Paniagua, asesor de la Fuerza de Tarea contra Robo, del Ministerio de Gobernación, explica que se han implementado mecanismos de prevención del delito para evitar asaltos a transeúntes y automovilistas, sin embargo admite que todavía existen dos tipos de bandas delictivas: las que asaltan al peatón en la zonas 1 e inmediaciones de El Trébol, y las que roban a automovilistas en las zonas 9 y 10.

“Lo que hemos detectado desafortunadamente y seguimos trabajando en la prevención es en la zona 1, entre la octava calle y tercera, cuarta y quinta avenidas, así como entre la 14 y 18 calle también tenemos algún tipo de problema, lo hemos coordinado con el Plan Cuadrante para que nos apoyen en esa área”, explica el funcionario.

El entrevistado dice que se ha reducido el robo de celulares a automovilistas, aunque admite que las acciones delictivas de esos grupos no se han detenido completamente.

“Cuando el robo se produce con motoristas –aunque se ha reducido considerablemente- es en las rutas de las zonas 9, 10, especialmente cuando el tránsito está fuerte y el vehículo está detenido”, explica.

ARGUMENTOS
Mientras proliferan nuevas modalidades para vender aparatos de dudosa procedencia, existen diversos criterios sobre la regulación que debería de existir para controlar el robo de celulares.

Ricardo Sagastume, abogado de la gremial que reúne a las empresas de telefonía, reitera que actualmente se encuentran dos iniciativas de Ley en el Congreso que se relacionan con el control de los celulares robados.

La primera iniciativa -4,489- dispone aprobar las reformas al Código Penal para establecer delitos relacionados con el robo y alteración de celulares, mientras que la segunda -4,507- propone crear el “Registro Móvil para la Prevención y el Combate del Delito”; en esta última, las empresas han propuesto crear solo un registro de IMEI y no de usuarios, como lo piden representantes de la sociedad civil, sin embargo, a la fecha esto ha quedado en manos de las autoridades.

“Hemos insistido que el registro de usuarios en otros países no ha funcionado y se ha prestado a hacer una lista comercializada con el crimen organizado, lo cual ha resultado peor para la población, la propuesta nuestra es el registro de IMEI que es la que técnicamente se está utilizando en toda América Latina y el mundo.  Nosotros ya lo propusimos en la mesa que se discutió con la diputada Montenegro y es de esperar que la Comisión de Comunicaciones del Congreso emita su opinión”, explica  Sagastume.

El abogado dice que esperan que el Legislativo entienda la diferencia entre el registro de usuarios y de IMEI, que son dos cosas totalmente distintas.

“Nosotros esperaríamos que se comprenda la diferencia entre el registro de usuarios que es nefasta, versus el registro de IMEI que es la que técnicamente está utilizándose en toda América Latina y en el mundo”, indicó.

Sandino Asturias, director del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), por aparte, indica que debe existir voluntad política y colaboración de las empresas telefónicas para terminar con el mercado ilícito, que hace crecer la criminalidad en el país.

“Hay que ir al origen del asunto, la falta de voluntad política que ha habido y el interés de las empresas de no bloquear los teléfonos robados ha hecho un mercado ilícito, una oferta y una demanda que hace que la criminalidad se apueste a las medidas que puedan ir tomando, es decir, si los quitan de un lugar mientras puedan seguir vendiendo esos teléfonos simplemente se van a cambiar de lugar, no se está atendiendo estructuralmente el problema”, dice Asturias.

Según el entrevistado es “ingenuo” creer que las ventas ambulantes ilegales van a desaparecer, si no existen mecanismos legales.

“Es ingenuo creer que por levantar algunos de los mercados ambulantes de teléfonos se va a resolver el problema, más bien termina siendo cómplice de un mercado criminal que lucra permanentemente por la falta de instrumentos jurídicos adecuados, esto termina en un punto de violencia y criminalidad”, concluye.

“Hay que ir al origen del asunto, la falta de voluntad política que ha habido y el interés de las empresas de no bloquear los teléfonos robados ha hecho un mercado ilícito, una oferta y una demanda que hace que la criminalidad se apueste a las medidas que puedan ir tomando, es decir, si los quitan de un lugar mientras puedan seguir vendiendo esos teléfonos simplemente se van a cambiar de lugar, no se está atendiendo estructuralmente el problema”.
Sandino Asturias
CEG