Facebook invadido por falsas identidades de famosos


Confiados internautas ingresan a Facebook para hacerse amigos de argentinos famosos como el basquetbolista Emanuel Ginóbili o el animador de televisión Marcelo Tinelli, pero en realidad se comunican con extraños que robaron su identidad, señaló ayer un experto en informática.


«El robo de identidad digital es tremendo. Es algo de todos los dí­as y hay todo tipo de modalidades delictivas», advirtió Daniel Monastersky, un joven abogado especialista en nuevas tecnologí­as que batalla contra los «ciberdelitos» desde su página www.identidadrobada.com

El conductor de televisión Tinelli tiene 67 perfiles falsos en el sitio de socialización Facebook, la joven actriz Luisana Lopilato 142, la actriz Mariana Fabbiani 9 y la modelo Ingrid Grudke seis, según un relevamiento hecho por el experto.

En el caso de Ginóbili, el jugador de los Spurs y triple campeón de la NBA tiene un sitio falso y otro verdadero que se diferencia solo en un guión.

Lo curioso es que quien reemplaza la identidad de «Manu» ya suma más de 43.000 seguidores, mientras que el auténtico apenas supera los 20.000.

Monastersky explicó que el «problema de las falsas identidades se expandió con el crecimiento de las redes sociales y de los blogs en internet».

El investigador destacó que «el peligro es el daño y el perjuicio que le pueden hacer a la imagen de la persona involucrada porque los perfiles abiertos suelen ser bastante desfavorables».

Y advirtió, especialmente, sobre el uso de las redes por parte de los pedófilos en la captación de niños y adolescentes.

«Los menores sueñan con «chatear» o hacerse amigos de los famosos y es una tentación para ellos ingresar en sus sitios para dejar mensajes, en los que incluso pueden dejar datos personales», afirmó el experto.

Monastersky, quien también es secretario del Instituto Iberoamericano de Investigación para la Sociedad de la Información, explicó que el problema no sólo involucra a artistas, deportistas o polí­ticos.

En este sentido, recordó que hace un tiempo habí­a encontrado en una página de ofrecimientos laborales en Estados Unidos un puesto para visualizar los perfiles sociales de los empleados de una empresa.

«Se trata de una persona que va sumando a sus compañeros a Facebook o a algunos que merecen una atención más sensible por indicación de la empresa. De esta forma puede descubrir, por ejemplo, que un empleado que dio parte de enfermo luego cuente en la red que habí­a salido el fin de semana», dijo.

Sobre el caso, explicó que «esa situación no permitirí­a despedir con causa al empleado porque habrí­a una intromisión en la privacidad, pero sin duda existirí­a una pérdida de confianza que podrí­a tener consecuencias en el futuro».

El experto señaló que en Argentina el robo de identidad no está tipificado y recordó que habí­a presentado un anteproyecto para que sea considerado un delito.

Un referente del anteproyecto es la Identity Theft Penalty Enhancement (Ley de incremento de sanciones por el robo de identidad) promulgada en Estados Unidos en 2004.

«El solo hecho de usurpar la identidad de una persona está penado y su figura agravada contempla prisión de dos años como mí­nimo. En todos los casos donde se encuentran culpables de la figura agravada, no puede acceder a la condena en suspenso», indicó Monastersky.